Descubriendo la puta que hay en ti
Fecha: 05/01/2022,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos
... en una puta convencida. Me está haciendo falta el cartón.
Para nada, le había dicho mi mujer. No hables así. Lo único es que has dejado atrás ideas y creencias que te llevaban a comportarte diferente. De ahora en adelante tú eres quien decide como vives y expresas tu sexualidad, si haces o dejas de hacer, pero no hay lío si decides una u otra cosa. Y no necesitas cartones. El que tú te sientas bien será suficiente para comprobar que haces lo que te gusta, sin el consentimiento u opinión de otros, y sin culpas ni rollos. Y, si puedes compartir estas aventuras con tu marido, mejor. Ahí va a estar el problema, dijo, no es fácil cambiar la imagen de señora educada y con valores al de puta pervertida, afirmó con una sonora carcajada.
Y Rafael, para terminar, después que nos dimos un descansito, tendidos los tres en la cama, charlando y recordando lo que habíamos hecho hasta ese día, nos consintió a las dos. ¿Cómo así? pregunté. Pues que, con dos mujeres a su disposición, muy educado, mirándome a mí y tomando su pene entre sus manos, le dijo a Marta, ¿no te importa? ¡No! para nada, había respondido ella. Seguramente Laura está que se muere de ganas, como estaba yo hace un rato. Entonces, dirigiéndose hacia mí, apartó mis piernas y tuvimos nuestro retozón. Y después de aquello, volviendo a Marta, le dijo, ¿la despedida? ¿Por qué no? Dijo ella. Así que el la montó de nuevo y tuvieron su jaleo hasta que aquello terminó.
Nos vestimos, salimos y volvimos a la discoteca. ...
... Estuvimos allí otro rato, charlando y bailando, ya descargadas las tensiones. Rafael estuvo muy atento con las dos. Marta me agradeció, porque dijo que yo la había ayudado a abrir los ojos. Y mi esposa, bromeando, le había dicho, los ojos no tanto, más bien te ayudé a que aprendieras a abrir las piernas. Bueno, también, había dicho ella, riéndose. Después de aquello, me contó mi esposa, había sabido que Marta se había pegado sus escapaditas con Rafael, a escondidas de su marido. Y ¿por qué? Pregunté. ¿Acaso no podría contar contigo para secundarla? No. Ella lo ha preferido, porque dice que así se excita y disfruta mucho más el encuentro. La llamada, la cita, la escogida de lugar, su alistamiento, el encuentro y todo lo demás. En fin. Cosas de cada uno. Así somos las mujeres.
Poco tiempo después pudimos compartir una cena las dos parejas, mi esposa y yo, Marta y su marido. Y haciendo gala de madurez y confianza, y hablando de todo un poco, atrevidamente pregunté, bueno, Antonio, y ¿puede saberse cuál es el patrón erótico sexual de Marta? Pues, dijo él, mirando a su esposa, a ella se le mojan los calzones cada vez que ve un negrito simpático. ¡Oye! Le reclamó ella, golpeándolo en un brazo. No seas así. Ahhh, dije yo, rápidamente. Igual que a Laura, les gusta el chocolate. ¿Por qué será? Adivinen, dijo mi esposa, y los cuatro no echamos a reír. Después de aquello las cosas parecieron fluir para ellos en todo sentido. Y es seguro que Marta ahora se procura sus gustos de vez en ...