Obsesión cornuda, Liz (Parte 1)
Fecha: 11/01/2022,
Categorías:
Intercambios
Autor: Homelander, Fuente: CuentoRelatos
... poco.
3 segundos después escuché como sus zapatos taconeaban ruidosamente, mil veces fui subiendo detrás de ella, sé perfectamente que las escaleras tenían otro tipo de piso bastante más ruidoso, así supe que iban subiendo, escuché claramente que la puerta de su cuarto se cerraba.
2 minutos.
2 minutos le tomó a él llegar a su cuarto, 2 minutos suyos contra tal vez 6 o hasta 7 meses míos, él no tuvo que rogar ni hacer méritos, ni siquiera tuvo que pedirlo.
César: ¿Y qué vamos a ver? – preguntaba y ambos reían un poco
Liz: ammm pues podr
Ella fue interrumpida a media frase, silencio total, intenté subir más el volumen y ya estaba al máximo, la llamada seguía, por charlas posteriores con César, ahora sé que apenas ella se sentó en la cama a lado de él y diría algo, él simplemente la besó.
Escuché algunos sonidos húmedos, se me aceleraba el corazón, se me ponía dura la verga, se me secaba la boca, no podía dejar de pensar que esto jamás hubiese ocurrido de no ser por mí, no sabía si era un pobre idiota o un completo genio por haber manipulado así la situación. Los húmedos sonidos de sus besos se escuchaban más nítidos y firmes, ellos se besaban más apasionadamente. 2 minutos y algunos segundos y él ya la estaba besándola y seguramente tocándola morbosamente, yo no me atreví a robarle un beso hasta casi un mes después de conocerla, el día que le pedí ser mi novia, y apenas me atreví a posar tímidamente mi mano sobre su lindo trasero varias semanas después. ...
... Algunas risitas nerviosas de ella me ponían durísima la verga.
5 minutos.
Liz: oye… - decía tímidamente
César: ¿te gusta? – decía con orgullo
Liz: te ves bien… - decía débilmente
César: hago poquito ejercicio – decía orgulloso, él se había quitado la camisa y al parecer tenía algo lindo que mostrar debajo, me sentí patético con mi cuerpo escuálido y desabrido
Liz: hey no jaja – expresaba tímidamente
César: camisa por camisa – decía el riendo un poco
Liz: jajaja – solo reía, no sabía que pensar, ¡Maldita sea! ¡Maldita sea!
César: lindo brassier – decía cachondo, ella reía débilmente, parecía avergonzada o al menos nerviosa.
¡Maldita sea! ¡No es justo! ¡Yo jamás pude quitarle NI UNA SOLA PRENDA! ¡Maldita perra! ¡Un año y medio! ¡Un jodido año y medio!
Liz: ¡No! El brassier no jajaja – decía tímida, pero firmemente.
Me sentí, aunque fuera un poco aliviado de que ella no le mostrara sus lindas tetas por primera vez a él, en vez de a mí.
8 minutos.
Me masturbaba como histérico entre los húmedos sonidos de sus besos, zapatos siendo lanzados pesadamente al suelo, luego un obvio sonido metálico tintineante de la hebilla de su cinturón golpeando el suelo, unos segundos de expectativa.
Liz: wow – decía honestamente sorprendida pero en voz baja, era tan obvio lo que él le había mostrado, la sorpresa de ella me hirió el ego
César: ¿te gusta? – decía orgulloso de nuevo
Liz: mucho…
Yo jamás la había la escuchado hablar así, con lujuria ...