1. Obsesión cornuda, Liz (Parte 1)


    Fecha: 11/01/2022, Categorías: Intercambios Autor: Homelander, Fuente: CuentoRelatos

    ... total, nada de risas tímidas, ni nerviosas o juguetonas, un tono completamente sexual que jamás había escuchado en ella, un tono casi desesperado, se me hizo la piel de gallina. Él me contó años después que estaba parado frente a ella completamente desnudo mostrándole la verga erecta y mi linda novia veía su enorme pedazo de carne prácticamente sin parpadear.
    
    César: está más grande que la de tu wey – él afirmó orgulloso, la sorpresa de ella la delató
    
    Liz: jajaja – ella solo rio sin negarlo, pero con eso respondió – se ve padre depilada.
    
    Finalizaba con ese mismo tono de voz que me ponía la piel de gallina, casi parecía que esa voz no venía de ella, me imaginaba a mi linda novia sentada, acariciándole suavemente la verga erecta mientras él estaba de pie frente a ella.
    
    César: quítate la falda – decía con autoridad, casi groseramente
    
    Liz: ¡No! Jajaja – decía firmemente, evidentemente nerviosa, se me aceleró el corazón
    
    César: quítatela o me visto – decía cómicamente y ambos reían largo y tendido
    
    Silencio total, risitas nerviosas de ella.
    
    César: ¡Tramposa! Jajaja – ambos reían
    
    Liz: dijiste que me quitara la falda, no que me quedara en calzones jajaja – no podía creer que ella se quitara la falda para él, me jalé la verga con fuerza
    
    César: quítate esos shorts – le decía desesperado, no por favor, no por favor no lo hagas
    
    Liz: ¿Qué prefieres?... – varios segundos en silencio, muchos húmedos y ruidosos besos – me quito los shorts… o te la ...
    ... chupo.
    
    Me dio un salto la verga, ella jamás se había ofrecido a darme una mamada, no se negaba, pero siempre venía de mí, estaba tan desesperada que lo pidió ella misma...
    
    11 minutos y 27 segundos.
    
    La pregunta de ella había sido hecha y hubo unos segundos de silencio total, revisé la llamada, todo en orden, de inmediato un gemido profundo de él me hizo palpitar la verga involuntariamente.
    
    César: no mames… – decía débilmente y gemía profundamente de nuevo – que rico… - decía entre sus gemidos, parecía genuinamente sorprendido.
    
    11 minutos y 27 segundos, exactamente tan solo 11 minutos con 27 segundos y mi novia ya estaba metiéndose la sucia verga de César en su linda y pequeña boca.
    
    César: tus manitas aquí – decía cómicamente
    
    Liz: tienes las nalgas súper duras ja
    
    La risa de ella se interrumpía por una arcada tan escandalosa que supe sin duda que mientras ella tenía sus manos sobre las nalgas de él y reía, César le metió la verga en la boca sin avisarle, él puso las manos de mi pequeña novia sobre su trasero para follarle salvajemente la cara. No más charlas.
    
    Las arcadas de mi novia eran tan escandalosas que me ponían cachondo, me enfurecían y me preocupaban al mismo tiempo. Ella en serio hacia unas arcadas escandalosas, ¿Él podía lastimarla? Él obviamente empujaba con ambas manos sobre la cabeza de ella con fuerza, yo jamás me hubiera atrevido, por miedo a que se molestará y por respeto, ella parecía esforzarse más que nunca, ¡¿Por qué carajos ella nunca me dio ...
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