El regalo: Un antes y un después (Decimoctava parte)
Fecha: 12/01/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... cuatro?
—Espera un poco Almudena, según entiendo, nos estas queriendo decir a Martha y a mí, que debemos conseguir que mi esposa no solamente tenga sexo con su jefe, sino que mantengan una relación paralela, ¿si así lo desean? ¿Permitirlo así como así? ¿Ellos dos por allá y Martha y yo por acá? Pero qué idea tan loca, por no decir otra cosa. Es que no te lo puedo creer, Almudena. No me cabe en la cabeza. ¿Quieres que le proponga a mi esposa que no solo se acueste con su jefe sino que viva un romance con él para subir su autoestima? Si estamos como estamos solo por una estúpida insinuación de mi parte para… En fin. ¿Cómo crees que se pondrá cuando le diga…? ¡Oye mi amor! Creo que lo mejor para nosotros, es que te acuestes con tu jefe, a ver si contigo se le despierta el morbo y la pasión. ¡Tranquila mi vida, no te angusties que mientras tanto, su esposa y yo vamos a hacer lo mismo pero en otra parte! Ahhh y después nos encontramos por ahí y vamos a cenar o compartimos unos tragos mientras nos contamos como nos fue y luego cada uno con su cada cual, para su casa como si ni hubiese pasado nada diferente. Jajaja. ¡Por favor!
—Rodrigo, intervino Martha. Yo he entendido otra cosa. —Y acercándose a mí, me tomó del brazo para decirme con determinación, una verdad a la cual yo no le quería dar crédito. ¡Yo te gusto, lo sé. Tú me gustas, mucho. ¿Por qué no poder estar juntos? Tú y yo, tu esposa y mi marido. Como amigos Rodrigo, pero sin mentiras ni tener que escondernos nada de ...
... lo que podamos sentir. ¡Ser felices! Sin que exista algún tipo de posesión, de celos. ¿Por qué no poder compartir los cuatro momentos agradables? —Martha eufórica, hablaba con mucha determinación, tanto así que un brillo especial, diferente pude percibir en sus ojos de miel. Pero aquello de compartir algo más que una simple amistad, era imposible de asimilar para mí.
—¿Recuerdas a la pareja y al otro joven que vi aquella tarde en la cafetería? Rodrigo, quiero algo así para mí, contigo. Poder salir por ahí los dos, tal vez de a tres, ojala pudiéramos amarnos los cuatro, sin celos, ni divisiones. Compartir nuestros momentos felices, como lo hemos hecho tú, Almudena y yo. Pero con tu esposa y con Hugo. ¡Intentémoslo! ¡Ayúdame, por favor! Ellos también se atraen. Y así no tendríamos que mentirles para poder estar tú y yo, como lo deseamos. Ocultándonos al igual que ellos dos tendrían que hacerlo. Mentirnos entre todos. ¿No te parece corazón? —¡O no hacerlo nunca! Abstenernos, no volvernos a ver Martha y listo–. Le respondí.
—¿Por qué no podemos ser sinceros con ellos y ellos a su vez, con nosotros dos? Sí ellos también quieren divertirse como lo hemos hecho tú y yo… Rodrigo ¿Qué derecho nos asiste para prohibírselo? Acaso corazón, ¿no has disfrutado conmigo? O es qué… ¿Me has mentido todo este tiempo y no me deseas? Me gustas y me siento muy feliz contigo a mi lado. Eres diferente a mi esposo y tal vez yo sea distinta a tu mujer. Ahí radica lo divertido de todo esto, lo que ...