1. Violada por un Pastor Alemán


    Fecha: 31/05/2018, Categorías: Zoofilia Autor: nena2221, Fuente: RelatosEróticos

    ... el Napoleón me siguió muy excitado. Le cerré la puerta en la cara y me di a la tarea de vestirme con ropa de Selene. Encontré su falda de primaría verde escocesa con tablillas, me la puse en el acto y aun que apretada me quedó, fantasee por ahí mirándome al espejo de cuerpo entero. Abrí la puerta y de pronto el perro se acercó y metió su hocico en mi entrepierna. Me olfateaba y me lamia el culo, casi metía su lengua en mi anito que estaba palpitante, su nariz estaba fría y húmeda. Trataba de montarme y no lograba nada pues me encontraba de pie. Pensé, si me pongo en cuatro me va a coger, yo no sabía que pensar, creía ilusamente que podría controlarlo y permitir que solo me metiera la puntita. Pero quería que me violara no que fuese consensado, así que me dedique a preparar su comida, él se acercaba metía su hocico por debajo de la falda, me intentaba montar y yo lo alejaba a empujones o con el pie.
    
    Napoleón estaba a punto de explotar. Pensé que ya estaba en su punto, caminé al comedor, me puse en cuatro y apenas lo hice la bestia se me abalanzo, me monto y comenzó a envestirme, tenía las bragas de Selene y no podía penetrarme, pero era tal la fuerza de sus envestidas que podía sentirlo casi hasta mi ano, como pude me baje las bragas y sentí esa verga dura y húmeda impactar arribita de mi ano de inmediato sentí que me impactaba abajito del ano, pensé “ya casi lo tienes y en ese instante. Grite Napoleooooon..!!! HAY!!! NOOOO… QUITATE, me había clavado ese hierro candente ...
    ... hasta lo más hondo de mis entrañas me bombeaba a una velocidad nunca antes vista, intente quitarme pero me tenía agarrado de la cintura con sus patas con mucha fuerza, sus uñas me rasguñaban las caderas y el estomago, me penetraba con una furia y una violencia únicas, miraba por debajo y veía mi pene duro rebotar en mi vientre, pronto el dolor se transformó en placer. Napoleón jadeaba y respiraba en mi oído, yo le gritaba “Así chiquito así, cógeme soy tu perrita, mas, mas ahh ahh rico” Como su perrita resistía las envestidas y trataba de no caerme el ano me ardía y podía ver chorros de semen y sangre correr por mis piernas. Termino y se quitó lamiendo su pene y mi ano alternadamente, fue una experiencia única, me acerque a su verga que seguía dura roja y no dejaba de soltar chisguetes de semen y comencé a chupar, su sabor era muy distinto al de los hombres pero no era malo, lo succione hasta la última gota, al terminar me dolía mi culito muchísimo, así que me quede acostada junto al Napoleón, con la falda enrollada en mi cintura, las bragas a media pierna ,la cadera y el vientre arañados y el culito ardiendo y palpitando, pronto me quede dormida.
    
    Después de una hora me levante, en Napoleón me miro de reojo pero no se movió; al primer paso las bragas se deslizaron por mis piernas hasta el suelo, me acomode la falda y me dirigí al baño, me dolía muchísimo mi culito, mire el reloj y apenas eran las 11 de la mañana.
    
    Fui a la cocina y le di de comer al Napoleón después de todo ...