El nuevo vecino
Fecha: 16/01/2022,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... coño. Cuando él intentó seguir el dolor fue más fuerte, así que le agarró las muñecas.
-Hasta ahí. No empujes más...
John miró. Tres cuartas partes de su polla estaban enterradas dentro de Luz.
Conociendo ahora el límite, empezó de verdad, a follarla. Despacito entró y salió del apretadísimo coño, con cuidado siempre de no traspasar el límite.
-Ya te estoy follando, Luz. Joder, te estoy follando.
-Sí... ay dios... sí...
Fue cogiendo más ritmo. La parte de su polla que entraba y salía del coño estaba mojada, brillante. Luz gemía cada vez más fuerte. Le miraba a los ojos, reflejando el ellos el intenso placer que estaba sintiendo. El dolor había desaparecido. Ahora había solo placer. Intenso placer. Que llenó su cuerpo y la hizo estallar en mil pedazos. Sus uñas dejaron marca en las muñecas del hombre que se la estaba follando con intensidad.
John gozó de las contracciones de la vagina de Luz, que se corría ante sus ojos, pero no dejó de follarla.
Al contrario, bombeó con más ímpetu. Le encantaba estar follándose a aquella preciosa chica. El placer de sentía al entrar y salir de tan apretada vagina lo estaba llevando a él mismo hacia el culmen de placer. No recordaba haber gozado tanto follando con una mujer como estaba gozando con Luz. Miraba su preciosa cara, sus labios, que reflejaban el intenso placer que estaba sintiendo. Sus maravillosas tetas, que se bamboleaban al ritmo de la intensa follada. Y miraba su polla, entrando y saliendo de aquel ...
... estrecho y acogedor coñito.
Ella volvió es estallar. Clavó sus uñas en la piel del chico, arqueó su espalda y gritó con fuerza hasta que John le tapó la boca con una mano. A esas horas de la noche todo se oye. Ella le mordió los dedos, temblando de placer.
John ya no pudo más. Su cuerpo también se tensó, agarrotando sus músculos, pero pudo sacar la polla de la maravillosa cueva antes de que el primer y poderoso disparo saliese de la punta de su verga en impactara contra las tetas y la barriga de Luz. Se incorporó, agarrando su polla, regando con su segundo lleretazo las tetas y el cuello de la pelirroja.
El tercero la alcanzó de lleno en la cara. Y el cuarto, el quinto, el sexto. Todos. John repartió su corrida sobre todo el rostro. frente, mejillas, labios... todo regado con espeso y cálido semen.
Luego, sin fuerzas, John se sentó a lado de Luz. Los dos jadeaban. Ella giró la cabeza y le miró. Sonrió.
-Al final no me la chupaste - dijo John, devolviéndole la sonrisa.
-Pero te corriste en mi cara.
-Sí, eso sí - respondió, mirándola de arriba a abajo - Bueno, no solo en tu cara - añadió
Luz se miró. Tenía leche de John en la barriga, en las tetas. Y en la cara. Ahí no la veía, pero la sentía.
-¿Ves? No me rompiste nada - exclamó Luz, divertida.
-Uf, menos mal.
-Me follarás otra vez, ¿Verdad?
-Pero chiquilla, si estoy agotado.
-No digo ahora. Digo mañana... y pasado... y otro, y el otro.
-jajajaja. Claro que sí.
-Me tengo que ir. No se ...