El nuevo vecino
Fecha: 16/01/2022,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ojos de aquel enorme pollón de ébano.
-¿Qué te parece mi polla, Luz?
Luz se dio cuenta de que llevaba varios segundos sin respirar. No le salió la voz. Cogió aire.
-Es...es...enorme.
-Jeje, sí. No está mal, ¿Eh?
John apretó los músculos del abdomen e hizo que la polla se moviese. Luz no apartaba los ojos. Cuando John vio que ella se mordía ligeramente el labio, supo que ya era suya.
-Tócala Luz, no muerde.
Ella seguía congelada, si apartar la vista de la polla. No fue consciente de que él le cogía una mano y se la acercaba a la verga. Cuando sintió el calor se dio cuenta de que su mano estaba aferrada a la gruesa herramienta. Su blanca piel contrastaba con la negrura de la piel del hombre.
Y fue consciente de otra cosa. Sus dedos no conseguían abarcar todo el grosor de aquella negra barra de carne. Era la primera polla que tocaba en su vida y no podía rodearla con sus dedos.
John soltó la mano de Luz, que siguió con la suya aferrada, como un naufrago se aferraría a un salvavidas.
-Hazme una paja, Luz. Me has puesto muy cachondo.
Ella soltó de repente la polla, asustada.
-Yo...no...No puedo... - se disculpó la muchacha.
-¿Por qué no puedes?
-Es que...yo....nunca....
-¿Nunca le hiciste una paja a tu novio?
-No tengo novio - dijo la chica, bajando la mirada.
Luz pensó que lo más parecido a un novio que había tenido fue aquel chico, del que salió corriendo cuando le pidió que le sacara la polla.
-¿Y eso? Pero si eres una ...
... mujer preciosa.
Los colores, que estaban en retirada, volvieron a las mejillas de Luz.
-No lo sé - dijo, en un susurro
-No pasa nada. Yo te enseño - exclamó John cogiéndole otra vez la mano y llevándola nuevamente hasta su polla. Ella no ofreció resistencia y la agarró.
-Así...suavemente. Sube la mano despacito... la bajas.... - le fue indicando
La guió unos segundos más antes de soltare la mano. Ella siguió subiendo y bajándola a lo largo de la gruesa verga, apretando las piernas. John se acomodó en el sofá y gozó de la morbosa visión de tener a aquella linda y menuda pelirroja haciéndole una paja.
-Ummm, que rico Luz. Lo haces muy bien. Para ser tu primera paja no está nada mal.
-Gracias - respondió ella sin dejar de mirar la polla ni de mover la mano.
Era tan dura, tan caliente. Y tan grande. Como la de los vídeos que le gustaba ver. Una enorme polla negra que le quemaba la mano. Una polla real.
-¿Me enseñas las tetas? -preguntó John casi en un susurro.
-¿Qué? - dijo ella, sin parar la mano.
-Que si me enseñas las tetas. Apuesto a que tienes unas tetas preciosas, Luz.
-John... me da vergüenza - susurró, ruborizándose aún más.
-Tranquila, Luz. No pasa nada. No tienes que tener vergüenza. Eres una chica muy linda. Yo te he enseñado la polla ¿No?
-Sí.
-¿Me dejas acariciártelas?
Luz se estremeció de pies a cabeza. No dijo nada, pero no protestó cuando John se acercó más a ella y llevó la mano derecha hasta sus tetas. No le soltó la ...