Cómo disfruté al novio de mi hija (2)
Fecha: 17/01/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MarianaV42, Fuente: CuentoRelatos
... cómo le costaba correrse, que por eso lo habían intentado sin condón, para ver si así lograban ambos el orgasmo.
Fue entonces que, siendo un poco abusiva, lo admito, empecé a empujar.
- Caleb, verás, en toda relación existen fallas, eso es algo que tú, yo y todo el mundo sabe. Pero hay algunas de esas "fallas" que pueden afectar más que otras. Tú sabes que yo a ti te considero familia, y por eso te voy a decir lo que te voy a decir.
Caleb se quedó esperando, bien atento a lo que yo tenía que decir.
- El problema no eres tú, es Karo y tú ya lo sabes.
Caleb se mostró un poco ansioso y triste, pero simplemente suspiró un poco.
- No te quería decir porque es tu hija, me daba miedo que lo tomaras a mal.
- Caleb -le puse una mano en la rodilla-, sabes que los amo a los dos, no tienes que esconderme nada. Yo te digo todo esto porque... porque sé lo que la frustración sexual le puede hacer a una relación, amor.
- Gracias, Mariana, es bueno poder sacarlo por fin a la chingada - Caleb se acercó un poco más a mí y me abrazó con fuerza. No había malicia en su abrazo, pero sí en el mío.
- Puedo hacer algo más que escucharte.
Caleb se me quedó viendo, sabiendo lo que le estaba proponiendo, pero confundido a la vez.
- Tú conoces a mi esposo, sabes que nunca podremos disfrutarlo de nuevo...
- No, no sé, digo, gracias, pero no creo que sea bueno.
- Lo llevo pensando un buen rato, Caleb. Déjame darte esa partecita que Karolina no puede darte, y tú dame ...
... eso que Alex no puede darme a mí. De eso a estar buscando en otro lado, mejor que quede esto en familia.
- Dios, no... no sé si pueda, es que tú eres mi suegra y Karo. No le quiero ser infiel.
- Un beso. Sólo un beso, si después de eso no quieres, podemos volver los dos a disfrutar de nuestras parejas sexualmente muertas, sólo dame un beso.
Me mostré un poco molesta, como si su rechazo me estuviera haciendo enojar en lugar de triste. Como ya dije, haría lo que fuera por verme contenta.
Bien, creo que ahora es momento de describirme. Soy de piel blanca, cabello oscuro que llevo hasta la cintura, uso bra 110d, totalmente naturales, 65 de cintura y 99 de caderas. Si leyeron el relato anterior, se darán cuenta de que mi hija y yo no nos parecemos mucho, ni siquiera en la cara nos parecemos. Ella es hermosa, pero es hermosa como la familia de su padre, esbeltas y delicadas y no voluptuosas y dotadas como las mujeres de mi familia. Mis labios, son bastante más delgados que los suyos, mi frente más amplia y también tengo los ojos más chicos. Lo único que tenemos mi hija y yo en común son nuestros senos, que aunque los suyos sean hermosas tetitas chicas, están tan bien formadas como las de su madre e igual de lelas.
Caleb era un manjar joven. Sus brazos eran anchos, duros y marcados, sus venas saltadas, sus hombros eran anchos y los músculo levantados, me encantaba poner mis manos en ellos cuando bailábamos a veces, era bonito sentir el cuerpo de un hombre tonificado, su ...