Cómo disfruté al novio de mi hija (2)
Fecha: 17/01/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MarianaV42, Fuente: CuentoRelatos
... abdomen también era una maravilla, marcado y duro, como de modelo, pero lo que más me gustaba eran sus caderas y sus piernas, que acompañaban a su culo de manera perfecta. Un culo grande, redondo, durito y que era coronado por unas caderas anchas que le quedaban perfectas a sus piernas musculadas. Llevaba el cabello corto y siempre bien rasurado.
Me acerqué y él cerró los ojos un momento, como asustado, cuando los abrió, recibió mis labios sobre los suyos, mi mano acariciando su pecho, duro y amplio, me separé un momento y le susurré "beso, amor, bésame", Caleb me volteó a ver y lo besé nuevamente. Él me puso una mano en la cintura, bajó hasta mis caderas con esa misma mano y me jaló con fuerza, acercándome más hacia él. Me dejé caer en su pecho, mis piernas al lado de las suyas mientras nuestros labios se tocaban. Fue entonces que él alineó su cuerpo con el mío y, tomándome de las nalgas con ambas manos, me puso encima de él.
Mis piernas abiertas, mis nalgas encima de su paquete y mis brazos rodeando su cuello mientras nos besábamos. Fue entonces que Caleb me separó un poco, me puso un dedo entre los labios y me cacheteó. No me lo esperaba, era rudo, pero era mi momento de probar algo nuevo, casi 5 años sin sexo, si el sexo podía ser novedoso por sí solo, era mejor con la perversión jovial del novio de mi hija. Me cacheteó y yo sonreí antes de sacar mi lengua y acercarme a él nuevamente, quien me recibió con los labios ligeramente separados, listo para sacar su ...
... lengua también. No era mi primer beso de lengua, pero sí el mejor. Sentía partes de mi lengua tensadas, pero no sabía si era mi propia rigidez o la de Caleb, lo que sí supe es que ya lo tenía.
Me levanté y le ofrecí la mano a Caleb, corrimos juntos escaleras arriba como dos jóvenes enamorados y nos desnudamos a toda prisa.
- Hoy puedes hacerme lo que quieras, Caleb, no te contengas - Dije antes de darle una nalgada aprovechando que me daba la espalda mientras se quitaba la playera.
- ¿Segura? - Me preguntó a la vez que se daba la vuelta con su enorme miembro en la mano derecha.
- Segura - Dije sin quitar la vista de su jodido monstruo. Venoso, oscuro, una uretra por la que podría (y pude) insertar mi dedo meñique, totalmente rasurado y con una marca de nacimiento en medio prepucio. La uretra asomaba del saco de pellejo, tentándome, rogándome que lo desvistiera.
- Gracias al cielo - Dijo a la vez que me acariciaba el vello púbico.
- ¿Te gusta?
- Me encanta que las mujeres sean más naturales.
- Entonces lléname de tu natural, Caleb.
No lo hizo al instante, me levantó sin esfuerzo y me dejó delicadamente en la cama, se acercó a mí gateando y empezamos un segundo beso que culminó en una fuerte cachetada de su parte. Me dejó viendo estrellitas un momento y, cuando me di cuenta, lo tenía encima de mi, su boca sobre mi pezón izquierda mientras el derecho estaba tan duro que dolía. Sus manos masajeando mis caderas y costillas mientras él mamaba como Karolina lo ...