1. Mi nueva amiga


    Fecha: 23/01/2022, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Horacio.
    
    Al día siguiente, a la salida de la zona restringida habían descubierto un changarrito que tiene fama de comida muy rica. Se llama ‘El Chino’, yo creí que era por lo de chino que lo escogieron Jiang y Horacio. Pero resultó que ni el dueño ni sus empleados eran chinos, solamente el dueño había trabajado por un tiempo en un barco, como cocinero, junto con un cocinero chino que lo enseñó y su cocina era una mezcla entre china y mexicana, con un sabor muy bueno. Comimos y bebimos cerveza china, que les llegaba en los barcos chinos y se las vendían.
    
    De la zona de muelles nos dirigimos al departamento de Greg. Ella iba vestida muy bonita, y ligeramente maquillada a lo chino, él, como Horacio, con ropa de trabajo, y yo, bien coqueta, con un medio vestido, muy corto, de fácil acceso, sin brasier.
    
    Al llegar a la entrada del departamento, Horacio levantó de la cintura a Xing, y la sentó sobre la cubierta del bar, que yo recordé que a mí me habían tenido ahí esa vez, y que yo me dejé hacer todo lo que Greg quiso y yo desconocía de un extraño, precisamente en ese barcito de la entrada y sobre esa cubierta. El vestido de ella, medio chino, color rojo y algunos motivos dorados, un exceso de tela, y una banda, como faja, todo salió volando, parecía que Horacio ya la había estudiado. Ella sentada allí, se inclinaba para alcanzar a besar a Horacio, ya había aprendido lo que reflejan los besos. Yo sentía muy bonito verla cómo deseaba besar a Horacio. Mientras él se la ...
    ... comía.
    
    La tenía sentada sobre la cubierta, le abría las piernas y con las manos le separaba sus labios de la vagina, la arrimó a la orillita y estaba muy ocupado con todo lo de su vagina, le chupaba los labios y su clítoris. Ella emitía sus chilliditos leves, chillidos de chiquilla y movía sus nalgas para los lados, Horacio la tenía detenida de su trasero, le apretaba las nalgas y la jalaba hacia si mientras, materialmente, se la comía provocándole a ella, además de sus vocalizaciones, una cantidad de espasmos y estirones para que la boca de Horacio le llegara más dentro.
    
    Jiang y yo los observábamos al entrar. Los dos nos calentamos mucho, pero al entrar, Jiang no sabía cómo empezar. Solo me abrazó y me besó efusivamente. Yo le busqué ese bulto y se lo sobé por encima. Al sentir mi ataque directo, me empezó a besar desde el cuello, me descubrió los pechos, mis pezoncitos atrajeron su atención y su deseo, con una mano me acariciaba un seno y con la otra se ayudaba apretándolo para que se le hiciera más fácil de meterse todo mi seno dentro de su boca. Lo chupaba y succionaba. Me dí cuenta de que le fascinaban mis pechos, tentármelos, sentirlos en su boca.
    
    Mi mano ya estaba dentro de sus calzoncillos, jugueteándole sus vellos del pubis y jalándole la bolsa de esos lindos huevitos, hasta que hizo una pausa en la atención de mis pechos, se bajó sus pantalones y calzoncillos. Aproveché inclinarme y pude meterme todo su pene dentro de la boca, hasta mi garganta, hasta que sentí ...
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