1. ¡Sorpresa!


    Fecha: 24/01/2022, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Mi amiga Diana siempre me ha sorprendido, pero ayer me dio una enorme sorpresa que todavía un día después no he dejado de pensar en ello. Como les he contado en relatos anteriores, con Diana llevo una relación clandestina por varios años y debido a esta pandemia en el último año solamente nos hemos visto una vez pues su marido ahora trabaja desde su casa. Al igual, ella me ha contactado con otras chicas, e incluso el año pasado me contactó con su sobrina de 27 años con la que tuve una rica experiencia y no sé sí lo hace por simpatía hacia mí o porque ella se identifica con las frustraciones de sus amigas. La verdad que Diana es una mujer de 42 y es de mente muy abierta y, hace dos noches me llamó y de esta manera me dijo que me tenía una sorpresa:
    
    -Tony, ¿qué haces mañana?
    
    -¿Qué? ¿Te le vas a escapar a tu marido?
    
    -¡Quisiera! Es otra cosa… te tengo una sorpresa.
    
    -¿Qué clase de sorpresa?
    
    -De las que a ti te gustan, las que llevan zapatos de tacón y faldas. ¿Te interesa?
    
    -¿De quién se trata?
    
    -Entonces no sería una sorpresa. Lo que te puedo decir es que estoy segura de que te va a gustar. Está aquí de paso y hablando con ella se me ocurrió proponérselo y dijo que estaba dispuesta a una cita a ciegas y puede estar ahí temprano en la mañana.
    
    -Bueno, está bien… solo espero no te pongas celosa.
    
    -¡Chistoso! Sé lo que es mío y solo me gusta compartirlo de vez en cuando.
    
    Quedamos que esta mujer de quien no me dio menor detalle llegaría a mi casa a las ...
    ... nueve de la mañana. Comencé con esa ansiedad de saber quién era o cómo era, pero hasta el momento de las cuatro chicas que me había contactado Diana, de ninguna tengo alguna queja y todas, aunque muy diferentes han sido mujeres muy hermosas. El guardia de seguridad de la colonia me hace saber que me busca Adriana y la hago pasar… es lo único que sé de esta mujer, su nombre.
    
    Estoy en el segundo nivel de donde veo la entrada de mi casa y veo que llega en lo que ha de ser un servicio de Uber. Veo a una mujer rubia que aparenta unos veinte años y que viste de una manera semi profesional un atuendo sino muy provocativo, pero que llama la atención. Un vestido color verde olivo, zapatos color café que la elevan quizá al metro setenta o más, de buena presencia y desde la distancia su rostro se mira juvenil y muy atractivo. Me gusta su sonrisa y la manera de cómo camina, pues lleva ese vaivén del paso de esas modelos de pasarela. A priori, realmente me gustó lo que miraba. Sonó el timbre y bajo a recibirla.
    
    -¿Tu eres Tony? Su amiga Diana me habló de usted. –me dijo un tanto nerviosa.
    
    -Si… pasa. ¡Mucho gusto en conocerte Adriana!
    
    Ya de cerca pude ver como su vestido se le entallaba muy bien en un cuerpo de curvas alargadas típica de las mujeres esbeltas. Tiene sus ojos color verde, de piernas alargadas las cuales se le miraban hermosas con esas pantimedias oscuras que contrastaban con su piel. Hicimos algo de plática trivial para aminorar los nervios, pues al igual que ella, ...
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