Empiezo a ser suya
Fecha: 27/01/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos
... última vez antes de salir de la habitación, la verdad que me veía hermosa, me gusta el color blanco, su corte y como mis hombros desnudos lucen con el puesto, mi pelo cae un poco por mi lado izquierdo, me encanta la tela del vestido, se pegaba a mi figura de una forma que dejaba ver bien mis caderas y la pequeña curva de mi cintura, como se adhería a mi trasero que es mi mayor atractivo, noto como siempre los hombres voltean a verlo cuando creen que estoy descuidada.
No estoy acostumbrada a no llevar brasier, la tela rosa mis pezones haciendo que involuntariamente se endurezcan, la tela es delgada me da un poco de miedo y vergüenza que mis pezones se marquen a través de la suave tela, que fuera evidente mi constante estado de excitación…
El sentir la tela tan pegada a mis senos era un hermoso martirio que tenía repercusiones en la parte baja de mi cuerpo, estoy segura que él lo sabía y lo disfrutaba. No sé cuáles son sus planes, se me acelera el corazón en el pecho con cada nueva posibilidad que pasa por mi mente, respire profundo y salí a su encuentro si tan solo la cita fuera por gusto, si tan solo no fuera un desconocido…
Luego salí en busca de mi intrigante e incómodo invitado.
Estaba cómodamente sentado en la sala al verme se levantó, me miró detenidamente de arriba a abajo al final sonrió, pude notar en su mirada que le gustaba como me veía.
Cuando llegué a él me dijo:
—Luces hermosa Chapis -eso me desconcertó ese era mi apodo en la primaria y tenía ...
... años sin que nadie me dijera así.
Puso su mano en mi cintura y me empujó un poco para que empezara a caminar, sentí una nueva oleada de calor que se concentró en una parte que yo me negaba a aceptar.
Salí sin tomar mi bolso, ni mi móvil fuera de la casa estaba un auto muy bajo casi pegado al suelo, era un súper deportivo de esos con los que todos sueñan no sé porque no lo note cuando llegue a casa, nos dirigimos a él y como todo un caballero me abrió la puerta, no sé si fue una fortuna o no que no hubiera ningún vecino en la calle, tal vez si alguien me hubiera visto salir con un completo extraño.
Entre en el impresionante automóvil, dentro en mi asiento estaba un sobre amarillo lo tomé y lo hice aun lado, espere que mi acompañante hiciera lo mismo, cuando entro me dijo que mirara el sobre.
Luego puso el motor en marcha y avanzamos.
Abrí el sobre en la esquina de la casa dentro parecía haber fotografías, todas eran mías, en el trabajo, en casa, viejas fotos de mi adolescencia, y algunas otras muy íntimas en la mayoría era solo yo, en otras salía también Mauro, tomadas en mi habitación durante nuestros encuentros. ¿Cómo tenía esas fotos? Mauro las tomaba en ocasiones nos divertía tomarlas para verlas después del encuentro, pero no creo que él fuera cómplice de este hombre o que se las hubiera mostrado a nadie, ese era el trato que Mauro aceptó para dejarme tomar esas fotos, eso era solo nuestro. Me quedé asustada y sorprendida si bien era cierto que las fotos eran ...