Infiel en el terreno baldío
Fecha: 30/01/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... así que tome la decisión de irme a mi casa y dejarlo.
Un poco molesta le dije que ya me iba, él no quería que me fuera, pero yo no quise quedarme, fue entonces que él me dijo que me acompañaría, pero quique le dijo que me llevaría, que él tenía su moto y me podía dar un rite.
Mi marido sin dudarlo le dijo que sí, yo no sabía que decir, solo asentí con la cabeza y me fui con Enrique.
Su moto estaba en la parte más lejana del lugar así que tuve que tolerar como me arrimaba su miembro mientras pasábamos a la multitud. Cuando llegamos en la moto el me tomo por atrás y me beso el cuello, con sus manos apretó mis muslos, esa acción me molesto, pero al mismo tiempo me excito un poco.
Q: ¡Estas buenísima!
K: ¡Basta, nos van a ver!
Q: ¡Y que! ¡No me importa, te quiero coger!
K: Ya, no se pude, ¡además antes no cogimos ahorita menos!
Q: ¡Ándale, sé que tú quieres!
K: ¡Ni loca voy a un motel ahorita!
Mientras charlábamos, ¡su boca estaba en mi cuello y sus manos debajo de mi falda acariciándome mi vagina que se empezaba a humedecer!
K: ¡Ya!! ¡Por favor!
Q: Lo ves, ¡te mueres por esto!
Confiado de sí mismo me tomó de las nalgas y me beso en la boca, el beso fue emocionante, mi corazón se aceleraba y mi vagina se mojaba más, Enrique me arrimaba su verga que también se endurecía y se sentía bien.
Q: ¡Vamos, se dónde ir!
No dije nada y sin decir más, me subí en la moto y fuimos hasta un terreno baldío cerca del metro.
K: ¿Aquí? ¿Qué hacemos ...
... aquí?
Temerosa le pregunte, mientras el metía la moto y caminaba hasta lo más oscuro del lugar.
Q: No quisiste un hotel, aquí nadie pasa, ¡además no nos molestaran!
K: ¿Pero…? Esto es denigrante!
Q: ¡Ya, ven, solo cogeremos, no necesitamos una cama, ven amor, ven!
Me tomo de la mano y me comenzó a besar con fiereza, nuestras lenguas intercambiaban saliva, sus manos apretaban mis tetas, piernas y nalgas, me subió la falda y con sus dedos jugaba con mi vagina, yo le besaba el cuello, ¡me tenía muy caliente!
¡Me pego a la moto y subió mi falda e hizo a un lado mi trusa y empezó a chupármela de forma deliciosa!
Solo podía gemir y disfrutar de su lengua que sabía moverse, sus manos subían por mis piernas hasta mis tetas, me acariciaba las nalgas, yo escurría, le decía su nombre, ¡me tenía en el cielo!
K: ¡Uhm, quique, que rico!
Q: ¡Siempre quise tu pepita!
K: ¡Uhm, de saber qué hacías esto, uhm!
Q: ¡Ni digas nada uhm!
Sus dedos apoyaban la fenomenal amaba, me retorcía como gusano, su lengua entraba y salía con rapidez, sus dedos tallaban mi clítoris, ¡no pude resistir más y comencé a venirme y tener un orgasmo!
K: ¡Ah! ¡Qué rico!
Q: ¡Eso mi amor, uhm!!
No pude reposar de mi orgasmo ya que él me arrodillo y se sacó su verga, dura, blanca como canelo, gruesa y jugosa, sin decir más la llevé a mi boca y comencé a mamársela con delicadeza.
Chupaba de sus bolas a su cabeza, la cual lamia en repetidas ocasiones para luego meter la puntita en ...