Infiel en el terreno baldío
Fecha: 30/01/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... la boca y succionar sus fluidos, me había vuelto una mamadora, ¡una puta infiel!
Q: Mamacita que rico, ¡uhm!
K: ¡Uhm, que rica, sabe riquísimo!
No podía creer que de mi boca salían esas palabras, pero ni hablar, ya estaba ahí y solo quería gozar.
Enrique disfrutaba de mis chupadas y yo de su verga, le mordía el mástil, la tragaba enterita, me encantaba los fluidos que expulsaba, mi marido no hubiese aguantado tanto placer.
Me levanto del cabello y me beso de lengua, ¡luego me levanto una pierna y lentamente me comenzó a penetrar!
Q: ¡Uhm, quería hacer esto hace años, uhm!
K: ¡Ah!! ¡Dios, ah!!
Se movía suave, tomándome de las nalgas para apoyarse y moverse rápido, nos besábamos, me mordía las tetas, yo lo mordía aquel, ¡que rico momento!
Luego me dio vuelta y yo me empiné lo más que pude, casi tocando el suelo con mis manos, el me tomo de la cadera y me penetro con fuerza, sus embestidas me tenían gimiendo, ¡en un terreno abandonado como una puta!
K: Así api, uhm, que rica, que rica verga, ¡ah!
Q: ¡Si, toma nena, toma esta verga, uhm!
K: No pares, me tienes ...
... loca, cógeme, ¡cógeme!
Q: ¡Que rico, ah, como soñaba con darte pito!
Ahora yo solita me movía mientras él estaba en su moto apoyado, movía mi cadera me hacía para adelante y luego rápido para atrás, el gemía me daba de nalgadas, gritaba, no sé si nos escuchaban, ¡pero que rico cogíamos!
Me pidió me apoyara en la moto y quedara lista para él, me abrió las nalgas y me envistió con fuerza.
K: ¡Así, dámela toda, uhm!
Q: ¡Nena, que rico, me sacas la leche!
K: ¡Si, uhm, que rico, ah!
Ambos nos movíamos como locos, las embestidas subían de velocidad, sentí como se inflaba y sin aguantar más, ¡me comenzó a llenar de semen!
K: ¡Así, que rico, ah, ah!
Q: ¡Ah, uhm, esto es lo mejor, ah!
El orgasmo fue fenomenal, quedamos pegados como perros mientras pasaba el orgasmo, después inmediatamente me vestí y el sonriendo decía que acabábamos de empezar algo nuevo.
Sin decir más le pedí me llevara a casa, por suerte mi marido no estaba, el regreso con ellos y yo me metí a bañar, pensando en sus caricias, besos, en su verga y en cómo me cogió, ¡ya me había vuelto toda una puta!
Kali