1. Cuando la calentura aprieta (12)


    Fecha: 31/01/2022, Categorías: Infidelidad Autor: rosamarsan, Fuente: CuentoRelatos

    Pasaron algunas semanas desde mi última aventura. Una mañana mientras me tomaba mi café mañanero y me fumaba un cigarro, ese momento para mí era especial todos los días, mi cerebro empezó a rememorar todas mis aventuras fuera de casa, además de todo lo que yo hacía en la intimidad. Me di cuenta que me había vuelto adicta al sexo, pensé que no era tan grave como si fuera una adicta a la droga, pero me di cuenta que más o menos se tenían los mismos síntomas. Cuando pasaba un tiempo sin hacer nada, mi cuerpo se volvía loco, yo no podía ni pensar y buscaba una aventura fuera como fuera.
    
    Los últimos meses incluso ya no me apetecía hacer el amor con mi marido, aunque seguía queriéndolo con locura. No es que él fuera muy fogoso, pero es que era muy aburrido en la cama, misionero, luego yo encima y se acabó. Hasta entonces yo siempre tenía mi orgasmo, pero al haber experimentado ya otras cosas, el hacerlo tan simple no me llenaba, incluso había tenido que fingir en varias ocasiones tener el orgasmo. Algo que yo nunca había hecho. Pero como estoy contando al no ser que estuviera con muchas ganas, no me excitaba hacerlo como mi marido quería. Aquellos pensamientos se quedaron en mi cabeza y durante unos días me hicieron sentir culpable, tanto que me cambio hasta el humor. Me encontraba desganada, triste, por cualquier cosa me enfadaba con la gente o conmigo misma. Pasaron incluso semanas, no me apetecía hacer el amor con mi marido e incluso ya veía el sexo como algo sucio y ...
    ... repugnante.
    
    Un día me llamó mi amiga Sandra, tras estar un rato hablando con ella, me preguntó si me pasaba algo, ya que había notado que hablaba con ella como un poco apagada. Aunque hacia que nos conocíamos apenas más de medio año, habíamos entablado una gran amistad, éramos intimas, sabiendo una de la otra todos nuestros deslices y además de ayudarnos en todo lo cotidiano. Yo la intente convencer de que no me pasaba nada, algo que ella no creyó, pero como buena amiga, no quiso insistir.
    
    Varios días más tarde, al regresar de llevar a mis hijos al colegio, me encontré a Sandra esperándome en la puerta de mi casa. Le pregunte que si le había pasado algo, me contestó que estaba preocupada por mi y había venido a verme. La invite a pasar a mi casa y a tomarnos un café. Ya estando ella allí, no pude resistirme y le conté todo lo que me estaba pasando. Ella cayo mientras le contaba todo lo que me rondaba la cabeza, tras desahogarme, ella hablo.
    
    "Rosa, lo que te pasaba es que has tenido muchas emociones en poco tiempo, por lo poco que se de ti, tu siempre has sido una chica decente, solo habías tenido relaciones con tu marido, pero con el tiempo tú has sentido que necesitabas experimentar cosas nueva, no has hecho nada malo, desde mi punto de vista. Yo empecé engañando a mi marido por venganza, ahora es porque necesito ese punto de chispa que nos dan esas experiencias. Desde la primera vez que le puse los cuernos, me he dado cuento que mi matrimonio va incluso mejor que antes. ...
«123»