Mi marido llegó antes de lo esperado
Fecha: 01/02/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Saori, Fuente: CuentoRelatos
... pene entre mis manos y chupe la cabeza con mucha dulzura, suave, no es que te disgustara, pero noté que estabas desesperándote, apenas alcancé a escuchar que susurrabas “ahora sí”, me sujetaste del cabello y volviste a meter tu pene hasta mi garganta, sentías como arqueaba, yo no metía ni las manos, deje que tu marcaras el ritmo al que querías que te lo chupara. Pude saborear unas gotitas de líquido que salían de tu pene. Me dejaste respirar nuevamente mientras lamía tu tronco y te veía a los ojos, no pude reconocer la expresión que tenías, había mucha excitación, pero había algo que no reconocí, nunca te había visto así. Sonreíste.
Me levantaste y me diste un beso mientras de golpe metías 3 dedos en mi vagina, estaba muy mojada y por eso fue muy fácil, sacaste tus dedos y me los diste a chupar, el sabor entre dulce y salado me provocó más ganas.
Me aventaste hacia el sillón, quede en 4, parecía que le estaba ofreciendo la cola a mi marido, volteaste a verlo y con un tono de voz que no te conocía le dijiste “vas a aprender cómo se debe coger a la puta que tienes por esposa”.
Mi cuerpo se erizó por completo, no sé qué tenías en mente, me dio miedo, pero a la vez me calenté muchísimo, jamás me habías hablado así, no sabía lo que me esperaba.
Recargaste tu cuerpo sobre el mío y susurraste en mi oído “prepárate”. Me daba un infarto, mi corazón latía a mil por segundo y mi vagina estaba palpitando y humedeciéndose aún más.
Me diste un par de besos en la espalda ...
... mientras bajabas hacia mis nalgas, sé que no son grandes, pero tienen buen tamaño para agarrarse, me tomaste de la cintura, me acariciaste el trasero de manera muy suave, preparándome para la primer nalgada que me diste para hacerme gritar. Creo que me dejaste roja, sonó muy fuerte, más de lo que se sintió, pusiste la punta de tu pene en la entrada de mi vagina, te agarraste fuerte de mis pechos y lo clavaste sin previo aviso, se me salió un gemido que parecía más un grito. Me dolió, no esperaba sentirte tan rápido hasta el fondo, pero sabiendo lo estrecha que estoy, te detuviste por unos segundos para que me acostumbrara.
No pasó mucho tiempo antes de que empezaras a meterlo y sacarlo con mucha fuerza, sentía como chocaban tus huevos con mis nalgas, sentía tu pene chocando con mi intestino, no podía ni gemir del placer que sentía. Apretabas mis pechos como si no sintiera dolor en ellos, de pronto soltaste uno de ellos y calmaste un poco el ritmo de tus embestidas, agradecí un poco el descanso, pero no es que me dieras descanso, te estabas preparando para meter un dedo en mi ano. Fue muy grande mi sorpresa al sentirlo entrar de golpe, me lastimo un poco, pero como siempre lograste controlar mi dolor y convertirlo casi de inmediato en placer, empecé a gritar como loca, me estabas volviendo loca de placer.
Sacaste el dedo de mi ano, me acariciaste el cabello y luego jalaste fuerte de él, sentía que ibas a romperme el cuello, “a ver trata de zafarte”, me agache un poco más ...