Soy feliz cogiendo
Fecha: 01/06/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Elzita Zorrita, Fuente: CuentoRelatos
Si, ha sido muy emocionante como fui cambiando guiada por mi primo, de manitas calientes, a caricias, tímidas, inexpertas, suaves, cautelosas. Casi sin percibirlo, sus manos ya estaban acariciando mis muslos, y avanzando hacia las nalgas. Por arriba, se deslizaron por los hombros hacia los pechos, y pezones, lo que faltaba, la chucha fue explorada algo después. De ahí, cogerme fue fácil, además yo ya lo quería. Y cogimos de a montón, en muchos lugares, formas y modos. Según otra prima, parecíamos conejos.
Supe a la primera, como ponerme de a perrito, de conejo, de palo encebado, de pollito asado, de pie, de rodillas, acostada, en fin, le dimos vuelo a la hilacha.
Después coger siguió encuerarme en muchos lugares, cogiendo o no cogiendo, luego mamar y finalmente dar el culo.
La siguiente etapa ya fue más complicada, el cabron de mi primito solo estaba imaginando pendejadas, y maniobró para le diera las nalgas a uno de sus amigos. Para nuestra sorpresa, fue fácil, muy fácil.
Fue la primera vez que me hice unas preguntas importantes: ¿Soy puta? ¿Puedo ser puta? No supe que responderme.
Después de haberle abierto las piernitas a Rutilio, mi primito considero (y tuvo razón) que estábamos listos para el siguiente paso: yo con los dos al mismo tiempo. Y así fue, lo hicimos dos veces, en la primera después de mucho cachondeo, ya desnudos me cogieron alternándose dos veces cada uno sin muchas variaciones, primero, con el amigo, me puse me puse de pollito asado y para ...
... la segunda él quiso de papá-y-mamá. Con mi gordo, primero fue de a perrito, y luego inclinada de pie, me la metieron muy bien, me declare bien follada.
En la segunda cogida, mi primo sin dejarme enderezar se vino al frente y me puso la verga en la boca. No resistí y la abrí chupando como becerra, como lo había hecho muchas veces.
Claro que enseguida el otro pendejo hizo lo mismo, y pues, ni modo, me comí los dos palos.
Si, así me cogieron y mame a los dos.
En ningún momento dije nada, hice lo que me pidieron, y lo que sentí ganas, fue muy bueno y me vine varias veces, y dije nada de estar cogiendo con otro, no me hice pendeja.
Unos días después fue la segunda vez, nos habíamos quedado picados y cachondos, con ganas de repetir, y ahora ya sabíamos cómo era. Algo después, cuando mi primo se lo sugirió al amigo, el aceptó de inmediato y después me lo sugirió como casualmente.
No objete… ni dije nada, solo moví la cabeza aceptando, sabía que sería el postre.
Como ya nos “conocíamos”, salimos directamente a un motel. Sabíamos que podría ser diferente, ya teníamos confianza, ya sabíamos cómo era cogerme juntos.
Entrando el amigo ya estaba cachondeándome, las manos moviéndome las chiches, y las nalgas, medio recorriendo las piernas y besándonos como desesperados.
El gordo se senté a observarnos. Cuando el amigo sin más trámite me bajó los calzones enseñándole mis nalgas, se acercó y me hicieron el sabroso relleno del sándwich. Cooperando me abrí la blusa ...