1. Una puta con cara inocente


    Fecha: 02/02/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la escuela, me encontré sola al llegar a clases por la tarde. Todo el grupo de chicas estaba esparcido por la universidad y yo moría de hambre como para ponerme a buscarlas o esperarlas.
    
    Había sido un día agotador en el ballet, por lo que ataqué mi comida tan pronto como pude.
    
    Así, sola, me decidí a colocarme los audífonos y escuchar música mientras bobeaba en redes sociales y comía, cuando de pronto unos nudillos tocaron sobre la mesa como si se tratara de una puerta.
    
    Subí la mirada y se trataba de un chico de mi escuela, uno que había ya visto en las clases y los pasillos, pero nunca habíamos cruzado palabra. Casi instintivamente, seguí su mirada para verificar si estaba viéndome los pechos, pero él no lo estaba haciendo.
    
    Solían apodarlo “El Principito” porque era él quien interpretaba los papeles del “Príncipe” en el club de teatro. Era muy alto, más del 1.80, delgado y de piel blanca. Su cabello era lo más llamativo, ya que lo tenía largo, con un look Beatle, perfecto con su apodo de príncipe. Su cuerpo era delgado, sin mucho chiste, pero lo más interesante en él, era su sonrisa, amplia, de dientes bonitos.
    
    Era cohibido pero seguro, una extraña combinación. El teatro le había enseñado a interpretar, pero siendo él, solía ser callado, inclusive cabizbajo y siempre que hablaba en clase cuando un profesor preguntaba algo, él solía pararse y mover sus manos, sus ojos, su cabeza y todo, como si estuviera en una obra de teatro, lo cual de daba un aire ...
    ... “extraño” pero encantador.
    
    -Buenas tardes señorita Annie, es una bella tarde…- expresó él con voz teatral, mirándome a los ojos y haciendo un ademán con la mano.
    
    - Hola… - contesté confundida, olvidando su nombre, si es que en algún momento lo había conocido.
    
    Él miró la silla y luego me miró con una sonrisa casi forzada. Ahora yo usé la mano para hacer un ademán que lo invitara a sentarse.
    
    -Lamento interrumpir sus sagrados alimentos… - comenzó, buscando algo, un papel, dentro de su morral escolar.
    
    Yo lo miré, francamente encantada por sus poderes de príncipe. Quiero decir, nadie en su sano juicio hablaba como en la edad media en pleno siglo 21. ¿Por qué él no tenía una novia?
    
    - ¿Cómo te llamabas? – alcé un tono la voz, para que me pusiera atención nuevamente. Él giró el rostro y volvió a sonreír ampliamente.
    
    -Soy Luis… Luis primero… - contestó, cuando inmediatamente se puso de pie e hizo una reverencia inclinándose y moviendo una mano.
    
    Recordé entonces que existía “Luis segundo”, “Luis tercero” y “Luis cuarto” en el grupo de la escuela, pero él había sido bautizado “Primero” porque apareció primero en la lista.
    
    Yo sonreí apenada, no quería que toda la escuela mirara nuestra escena. Sabía qué seguiría después, nos iban a inventar chismes de que salíamos y esas tonterías.
    
    Moví la mano agitada para que volviera a sentarse.
    
    -No hagas eso… - apreté los dientes para reclamarle, pero él sólo sonrió nuevamente y afirmó con la cabeza.
    
    Luego, se hizo un ...
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