Una puta con cara inocente
Fecha: 02/02/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... y asentí en silencio. Él se quedó mirándome un poco más.
-Ya… shuuu, vete… - le apuré y el solo sonrió más ampliamente y afirmó con la cabeza.
- Entonces me retiro señorita, que disfrute sus alimentos… - Y se levantó, hizo otra reverencia y dio media vuelta.
Me quedé mirando su cabello flotar con sus pasos. De pronto, el grupo de amigas me atacó, sentándose en mi mesa y empezó un interrogatorio donde yo me cansaría de negar que todo se trató de una charla casual.
*Capítulo segundo. Luis en mis sueños (Erotismo)
Esa misma noche, ya en casa, con la pijama puesta y bajo las cobijas en la cama, no podía sacarme de la cabeza a Luis.
Mis amigas me habían dado información sobre él. Tenía 2 hermanos menores, estaba apasionado por el teatro desde niño, no le habían conocido una novia, al menos en la escuela. No solía ser popular porque era raro, pero sí era atractivo entre las chicas, incluso había rechazado a 3 el último año tras la primera cita.
No solía ser de los que miraban traseros o pechos y como no era como los otros chicos, estos solían molestarlo, escondían su mochila, tiraban sus cuadernos y en más de una ocasión inclusive lo habían golpeado. Luis intentaba defenderse, pero no era un peleador habilidoso.
Así, recordando su sonrisa, su cabello, la bella forma en que giraba los ojos, empecé a llevar una mano a mi entrepierna, por debajo de la ropa y la dejé sobre mi clítoris. Empecé a presionar suavemente, con movimientos circulares y repetitivos. La ...
... otra mano la llave a uno de mis pechos y busqué el pezón izquierdo, el más sensible y empecé a rozarlo.
La respiración empezó a aumentar mientras movía ambas manos y cerraba los ojos y en mi mente reproducía la escena del comedor. Pronto comencé a sentir calor y humedad en mi vagina producto de la masturbación.
-Luis…- susurré mientras apretaba los dientes y me estimulaba lo más fuerte posible, buscando el orgasmo. Continué por unos minutos, hasta que llevé los dedos a mi entrada y me penetré profundamente. Estaba tan mojada que los dedos fluyeron por dentro con tal facilidad que me sorprendí.
-Luis…- seguí gimiendo, el sonido de mis dedos entrando me producía aún más morbo y placer y continué hasta que el orgasmo llegó a mi como un choque eléctrico que me hizo apretar los arcos en los pies y me hizo levantar la cadera hasta que después de unos segundos, por fin me relajé.
Después de eso, me quedé profundamente dormida.
Mientras dormía, tuve uno de los sueños eróticos más profundos que jamás había experimentado. Éramos Luis y yo, en mi habitación. Él me desnudaba mientras yo le permitía hacerlo. Quitó mi camisa botón por botón hasta que mis pechos bajo el sostén quedaron frente a sus ojos. Su mirada, su sonrisa, sólo me hacían querer que sucediera todo.
Abrió mi sostén, porque en mi sueño, este se abría por delante y cual manjar, mis pechos se liberaban frente a él. Inmediatamente se abalanzaba a comer de ellos, uno y luego el otro, luego uno otra vez. Los ...