1. Persuasión a la perversión (I)


    Fecha: 04/02/2022, Categorías: No Consentido Autor: Alexonicex, Fuente: CuentoRelatos

    ... coche.
    
    Se hizo el silencio mientras se preparaba los cereales. Yo estaba disfrutando del momento.
    
    —¿Como si te hubieran follado el culo toda la noche?
    
    Me levantó la mirada rápido. Nunca debió haber pensado tan rápido.
    
    —¿Quieres un colacao para quitarte el mal sabor de boca? —le dije con una sonrisa malvada.
    
    No dijo nada, pero su cara lo decía todo. Buscando qué decir, pues la había pillado de lleno y encima devuelto su propia medicina.
    
    —Podrías habérmelo pedido cabrón —dijo resentida—. ¡Me has violado!
    
    Me quedé estupefacto ante la acusación, aunque cierta, injusta.
    
    —¡Tu también podrías habérmelo pedido en vez de drogarme y montarme por la noche! Esto lo has empezado tú, y aunque me suene raro, ¡me has violado tú, y varias veces!
    
    —¡Pero si no había manera de que me follaras! ¡Nunca me he esforzado tanto para que alguien me haga caso! ¡Pasabas de mí!
    
    —¿Y tu solución era drogarme y follarme en sueños?
    
    —No pensé que te fueras a enterar, además, solo iba a ser una vez pero...
    
    —¡Una vez los cojones! Hasta hoy, ¡cuatro veces mínimo!
    
    —¿!Estabas despierto!?
    
    —Despierto para que me dejaras a medias.
    
    —Haberlo dicho y seguro que nos lo pasamos mejor.
    
    —Si claro, seguro que esa es la reacción que hubieras tenido.
    
    Estábamos casi gritando y se hizo un silencio, ambos queríamos dejar de discutir. Yo me había vengado y quería experimentar con ella.
    
    —¿Disfrutaste? —me preguntó
    
    No pude evitar formular una amplia sonrisa mientras asentía ...
    ... lentamente.
    
    Bajó la mirada y suspiró.
    
    Empecé a hablarle y conté el por qué de mi apatía, pero que anoche cambió.
    
    —El caso es que, me gustaría experimentar más contigo, sin drogas.
    
    —Sin drogas —asintió feliz alzando el meñique—. Juramento de meñiques.
    
    —Juramento de meñiques —dije entrecruzando mi meñique con el suyo con un poco de incredulidad.
    
    —Entonces... Como me debes unos cuantos orgasmos... —le dije afilando la mirada— ¿me haces una... —me interrumpí y cambié a imperativo mientras me bajaba el pantalón—. Hazme una mamada.
    
    Me miró fijamente, atisbando una sonrisa, mientras se arrodillaba con dificultad.
    
    —Pero porque yo quiero.
    
    —Lo que tú digas. Hazlo.
    
    Hacía tiempo que no estaba tan cachondo. El mandarla a chuparme la polla me había puesto a cien, más que el hecho de que lo esté haciendo. La tenía de rodillas degustando mi polla para satisfacerme. Ese era su deber.
    
    Estaba muy bien al principio, pero mantenía un ritmo bastante estable y quería más caña.
    
    —Chupa más fuerte puta —le dije asombrándome a mi mismo. Denigrarla me ponía más. En un momento estaba disfrutando como al principio. Empecé a acompañarla con la cadera mientas chupaba, estaba follándome a su boca. Quitó sus manos y me agarró del culo empujándomelo para meterle la polla bien honda en su garganta.
    
    — Ya casi... —atisbé buscando el éxtasis mientras le agarraba la cabeza copulando con su boca. Un par de embestidas finales marcaron la eyaculación. Empezó a toser con mi polla la ...
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