Orgía en un bar de intercambios
Fecha: 14/02/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Auster, Fuente: CuentoRelatos
... mano, la separa del cuerpo de mi leona, me enseña donde espera que la ponga y apriete, aprovechando los movimientos de él. Mucho me temo que su camarada durará poco en estas circunstancias. Efectivamente, así es. Noto las conocidas pulsaciones en mi mano que lo abraza. ¡Pues vaya!
Me dedico a ellas, aunque no hace mucha falta. Más bien me dejan participar en sus juegos, pero no me quejo. Estoy nuevamente patinando sobre hielo en la recién llegada, contento aunque sin muchas posibilidades de llegar a buen puerto el tacto es extraño, ortopédico hasta cierto punto, (aunque no llego a oírlo, me imagino el ruido que hacen dos guantes de goma cuando se frotan), pero bien. Nunca me hubiese creído capaz de resistir tanto.
En eso la mano que estaba jugueteando entre nuestros cuerpos (y que no es la mano de ninguna de mis dos nuevas amigas, que tengo controladas), se abraza a mi, dándome el mismo tratamiento que yo había suministrado. Los resultados son inmediatos y contundentes. Me quedo recuperando el aliento, mientras ellos tres continúan. La situación es suficientemente excitante para que no tarde nada en reunirme otra vez al grupo.
Seguimos jugando, nos unimos a las otras parejas, pero ya sin la urgencia. Han llegado dos o tres personas nuevas, que miran sin atreverse a participar. Una de las chicas, morena, mulata casi, del grupo le hace un poco de caso a uno que estaba sentado en la escalera, quien se muestra inmediatamente agradecido. Va meterse en la piscina para ...
... participar pero ella le dice que no, que luego que enseguida le avisa.
Y él se queda allí, sentado en la escalera, mostrando aun su agradecimiento. Lo ignoramos por un momento, hasta que finalmente ella se apiada de él, le abraza con su boca mientras los demás charlamos, conversamos, miramos, claro. Menos de un minuto de atenciones por parte de la negrita, y él acaba. No ha llegado ni a entrar en la bañera.
Yo mientras he salido un momento y me he cambiado el preservativo, pero no sé si lo necesitaré nuevamente. En cualquier caso, mi cuerpo sigue dispuesto, ayudado por alguna caricia que doy o que me dan, mientras charlamos, bebemos, nos besamos y alguien fuma.
Divertido, estamos ahora en un sexo puramente lúdico, sin la urgencia del deseo. Es una situación nueva para mí. En algún momento, evidentemente, en el grupo uno u otro sienten una urgencia, dejan de participar en la conversación o en los toqueteos, y llegan al orgasmo, de forma natural, sin interrumpir mucho lo que los demás hacen, como quien se bebe un vaso de agua durante una reunión, para continuar después en lo que se estaba haciendo
Contentos, satisfechos de estar simplemente allí, sentirnos jóvenes, dispuestos, atractivos, estamos a gusto, bien, el agua está caliente, la compañía es grata.
Salimos de la piscina, mientras nuevas personas van llegando. Nos tumbamos en alguno de los colchones aun libres. Una chica, joven –no tendrá treinta años- está de pie, cuatro o cinco hombres alrededor. Toma el sexo ...