Lo que toda putita quiere
Fecha: 15/02/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Vanesa2020, Fuente: CuentoRelatos
... el vestido y el bra, me cargó en sus brazos y me llevó a su cama. Ahí me abrió las piernas y me la metió otra vez de un solo golpe. Después de un rato de estarme embistiendo deliciosamente y mamándome las tetas, me levantó las piernas, las puso en sus hombros y luego comenzó a darme una de las cogidas más ricas y duras que recuerdo. Le estaba apretando tan rico su verga con mi panocha que ya no pudo contenerse y se vino abundantemente dentro de mí.
Con una cara de estar satisfecho, se quedó quieto y abrazado junto a mí. Pero yo quería más verga, así que comencé a jugar con ella hasta se puso dura nuevamente. Entonces me monté en él y comencé a cabalgarlo. Ahora yo era quien le marcaba el ritmo. Estuve montada como diez minutos hasta que no pude más y acabé viniéndome por tercera vez. Luego me volteó y me puso de a perrito o en cuatro patas y me la metió nuevamente. Mientras me embestía me dio varias nalgadas, que hicieron que mis nalgas se pusieran rojas. Después de un rato de estarme dando verga en esa posición, me escupió el culito y comenzó a acariciarlo con uno de sus dedos. Cuando por fin pudo meter un dedo, me escupió dos veces más y luego sin avisarme, puso su verga en la entrada de mi culo y comenzó a empujar con fuerza. En cuanto consiguió meter la cabecita eso fue la ...
... locura. Me abrí las nalgas con mis manos para ayudarle, hasta que la tuve adentro casi por completo. Entonces le dije que me dolía, que se quedara quieto por un momento. Después de esperar un poco, comenzó a moverse deliciosamente y una vez que mi culo se acostumbró, yo también comencé a mover las nalgas para hacerlo venir más pronto. Eso le resultó tan excitante que a los pocos minutos comenzó a venirse con grandes chorros, llenándome todo el culito. Cuando por fin me la sacó, mi culo parecía una donita glaseada. Me había convertido en su putita.
Después de tan prohibida y rica cogida, nos dormimos abrazados, totalmente satisfechos y alrededor de la cinco de la mañana, tomé mi ropa y mis zapatillas y sin vestirme, me fui a mi cuarto. Cuando entré, mi compañera Magda estaba despierta.
― Se ve que la fiesta estuvo rica, me dijo guiñándome un ojo.
― Si amiga. Mi novio se acaba de ir, le dije.
― Eso me imaginé, me dijo con picardía. ― Pero yo no diré nada, no te preocupes.
A las 10 de la mañana, el timbre de mi celular, me hizo despertar. Era mi novio.
―Hola mi vida, como amaneciste?, me dijo. ― Pudiste dormir bien?
― Si mi rey. Dormí como un angelito. Pero recuerda que tenemos algo pendiente y hoy si quiero portarme mal.
― Si mi amor, paso por ti a las 6 pm.