No hay vuelta atrás
Fecha: 18/02/2022,
Categorías:
Transexuales
Autor: GenovevaSexy, Fuente: CuentoRelatos
Aquella hora y media había estado dando muchas explicaciones, como tantas veces antes. Todas y cada una tenían sentido y un argumento válido.
Me miró pacientemente.
-Basta de decir tonterías- me dijo concluyente. -tú sabes la respuesta y no te quieres dar cuenta. Y lo sabes desde hace muchos años, así que seré yo quien por fin te enfrente con tus miedos y te lo diga abiertamente- Me callé y temblé. Un secreto estaba por revelarse y yo tenía mucho miedo de aceptar lo que sucedería al darme cuenta tan claramente de mi temor más profundo.
-Tienes un micropene β continuó, - Sí, un miembro diminuto y pequeño. No lo he visto, pero se nota en tu pantalón. Un miembro así nunca complacerá a una mujer, le darás risa, no se te pondrá erecto. Lo sabes y sientes vergüenza por ello. Qué patético: una yegua desnuda queriendo una cabalgada legendaria, para encontrarse con una cosita que no vale la pena y que, si al fin lograra un orgasmo, sería en cuestión de minutos, ¿minutos? Que digo, ¡serían segundos! ¿Te das cuenta de que nunca darás satisfacción a una mujer y que no sentirán nada contigo?
Temblé ante esa declaración. Cuanta verdad estaba oculta. Siempre lo supe, pero esperaba que no fuera cierto. Cuanta confusión en mi mente. Cuanta frustración. Me quedé en silencio, desesperanzado.
- Tiene razón- le dije desalentado. -ni siquiera he dado mi primer beso a nadie y no digamos satisfacer sexualmente a alguien y creo que nunca se podrá-
- ¿Nunca se podrá? β Respondió; y ...
... echó a reír abiertamente. β ¿No te has dado cuenta de que hay una mujer que verdaderamente puedes complacer?, ¿a quien puedes darle todos tus deseos y te hará estremecerte? ¿La que pedirá más y mas y serás capaz de darle mucho más que eso?
Extrañado, pero con esperanza - ¿Pero, quién podría ser ella? β le pregunté.
Aquel profesor universitario a quien le había tomado confianza en las últimas semanas y había acudido a su casa por ayuda para que me escuchara, me tomó por sorpresa de la mano y no pude oponer resistencia. Me llevó a su cuarto y frente a un armario con espejo de cuerpo entero me detuvo.
-Cierra los ojos. β Lo hice. Escuché ruidos y me pidió que los abriera.
Al verme al espejo, me di cuenta de que él colocó un vestido corto frente a mí, de tal manera que parecía que lo tuviera puesto.
- Esa mujer eres tú. β afirmó solemnemente y yo temblé nervioso, pero no podía quitar la vista de mí mismo, imaginándome con aquel vestido puesto. -Quizá no tengas un miembro para ofrecer. Pero tienes unas piernas hermosas, una cintura fantástica, podemos arreglarte para que muestres unos pechos apetecibles. Tu trasero es redondo y perfecto. Y tu agujero virgen β me apretó las nalgas y metió su dedo medio en la separación de las dos β puedo enseñarte a que te monten de una forma que harás a cualquier macho llegar al cielo.
Me besó el cuello. Yo estaba desconcertado. Me rompió la camisa con sus manos. Con sus pies me zafó los zapatos. Me arrebató el pantalón y me bajó ...