La estrella de la noche
Fecha: 19/02/2022,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos
... insertando dentro del sexo de mi mujer, quien, casi de inmediato, empezó a gemir de nuevo. Nicolleta se hizo de un micrófono y lo acercó a su boca, de modo que todos pudimos escuchar el tono de su emoción, expresada a través de sus incontrolables gritos, los cuales eran más y más intensos a medida que su macho aceleraba sus embestidas. Y así fue hasta que el desenlace llegó y ella se rindió de tanta excitación, dejándose caer sobre la cama.
En el show, el hombre retiró el miembro erecto del sexo de mi mujer y Nicolleta se acercó para recibir la descarga de semen en el rostro. Mi mujer se involucró en el acto y ambas mujeres se turnaron para chupar el miembro del hombre hasta dejarlo limpio. Y, terminado aquello, ambas se besaron dando por terminada la presentación. Nicolleta y su pareja, dejando en medio a mi mujer, se inclinaron ante los espectadores, quienes aplaudimos la presentación.
Ellos, Nicolleta y su pareja, se retiraron un tanto y, señalando a mi esposa, quien quedaba un tanto sola en el escenario, y desnuda como estaba, tan solo vestida con sus zapatos, pidieron para ella más aplausos. Nicolleta y su pareja dijeron algunas palabras en el escenario, que levantaron aún más aplausos, terminando con su desplazamiento hacia los camerinos, circulando desnudos entre los asistentes. Después supimos que las palabras eran para agradecer la colaboración espontánea de mi esposa y, de esa manera, poder brindar un espectáculo diferente y natural, sin ensayos ni ...
... preparativos, lo cual mereció todavía más aplausos.
Nuestras amigas estaban maravilladas y estupefactas. ¿Cómo es que su amiga se había prestado para aquello y cómo había sucedido? ¿No sintió vergüenza? ¿No le dio pena hacer eso ante tanta gente? Oye, ¿tú sabías eso? Preguntaban. Ni idea, les respondía. Esperemos a que vuelva y ella nos cuente cómo fue que sucedió. Al rato, finalmente, ella volvió a la mesa. Una vez sentada, nos atendieron con una inmensa botella de champaña, que para nada podíamos despreciar. Eso sí, pregunté si aquello tenía costo y se nos dijo que era una atención de la casa. Y a ella, según nos contó después, le dieron doscientos euros por su participación en el show.
Aquel era un club privado que permitía el acceso de visitantes, más aún, tratándose de extranjeros, y solían proponer a los visitantes la posibilidad de participar en las presentaciones. Las personas invitadas delimitaban hasta dónde se podía llegar en la actuación. Esa noche habían podido realizar una rutina muy completa. Pero, comentaban, que en otras ocasiones no se pasaba de la exhibición, el desnudo, intercambios soft y cosas así. No siempre se podía ofrecer lo mismo y en la variedad estaba el encanto y disfrute de los asistentes.
Nicolleta volvió para acompañarnos un rato más y conversar. Manifestó que Laura lo había hecho muy bien para no tener experiencia en el escenario y que, cuando las cosas eran naturales, el espectáculo se veía y se percibía mejor por parte de la audiencia. Y que ...