Acoso Acuoso
Fecha: 21/02/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sorpresa, le veo a él alejarse de un grupo grande y venir hacia mí.
- Hola, ¿te importa si lo hago contigo?
- ¿Qué?
- El ejercicio...
- Ah, claro, sí. No hay problema.
Me sonríe tímidamente y una parte de mí se derrite al instante.
Una muchacha joven, bastante guapa, se une a nosotros y me siento contrariada por tener que compartirlo con ella de esa manera.
No seas estúpida, me obligo a decirme.
La monitora nos explica el ejercicio. Uno de nosotros deberá estar en el centro, flotando, mientras que los otros se dedicarán a los estiramientos de sus extremidades.
La muchacha se ofrece a ponerse en medio en primer lugar. Me coloco delante suya y le ayudo a subir las piernas mientras sujeto sus pies.
Veo que él mueve sus brazos haciendo semicírculos, así que comienzo a contraerle una pierna de la misma manera que explicó la monitora.
Cuando su turno acaba, escucho que él dice : Me toca.
Se coloca en medio de nosotras y delante de mí, da media vuelta.
Antes de agarrarle los brazos, ha tomado impulso para quedar suspendido en el agua y veo cómo surge su cuerpo ante mí.
Me apresuro a sujetarlo antes de que vuelva a hundirse. Retrocedo un par de pasos para poder estirar sus brazos al máximo. En lugar de coger sus muñecas, bajo hasta sus manos y él las acepta con firmeza.
Recorro mi mirada por sus brazos y al llegar a su cara me doy cuenta de que tiene los ojos cerrados. Antes de poder pensar nada, sigo recorriendo su cuerpo con la ...
... sensación de que no puede darse cuenta.
Su pecho suspendido, lleno de gotas que se van escurriendo en él, el reflejo del sol en su piel, el relieve bajo su bañador…
Decido dejar de mirarlo; además, parece que la muchacha le ha hecho cosquillas o algo, porque le oigo reír.
En cuanto acaba el ejercicio, avanzo hasta colocarme entre los dos.
Lo dejo a mi espalda y cuando voy a dejarme caer, me dice:
- ¿Por qué no te das la vuelta y agarro las piernas mejor?
- Bueno, como quieras…
No sé por qué quiere ponerse así, pero, en fin, con eso lo tengo de cara yo también.
Mientras me pongo en posición horizontal, flexiono los brazos y noto cómo la muchacha me sujeta por los hombros. Él no tarda en agarrarme las piernas, por los gemelos y casi como una caricia, desliza sus manos hacia mis tobillos. Echo un último vistazo antes de levantar la cabeza y cerrar los ojos y la imagen me encanta: él justo delante de mí, con el agua unos dedos sobre su cintura, el pelo mojado…
Me evado mientras me ayudan con los estiramientos y me tranquilizo bastante, hasta que en el último momento, en lugar de contraerme las rodillas, noto cómo me separa las piernas lentamente…
Entreabro los ojos, sin querer alarmarlo tampoco, pero logro ver que me mira fijamente al bikini, justo entre las piernas.
Su mirada no tiene un aire nervioso o sorprendido, parece como distraída, curiosa…
Justo en ese momento, la monitora indica que se acabó la clase por hoy. Dulcemente, mis dos compañeros me ...