1. La entrevista de mi mujer


    Fecha: 26/02/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Tenía delante una persona que era clave para poder mejorar mi situación personal y no hacía más que lanzarme señales de que quería “carne” a cambio de curro. De ninguna manera quería venderme tan vulgarmente, pero por otro lado...
    
    Empieza la entrevista con preguntas cotidianas, dónde vivo, mi situación personal, estudios, etcétera,mientras sin apenas disimular, de tanto en cuanto Julián bajaba la vista para ver si hacía algún movimiento y podía verme dentro de la falda. Yo no sabía si cruzar las piernas o no, ya que el sillón no ayudaba y se me podía levantar la falda por debajo. Estaba más preocupada de no mostrar mi intimidad que de la propia entrevista y eso lo notaba mi interlocutor. Luego, mientras me explicaba a que se dedicaba la empresa, su historia, sus orígenes, sus productos, me iba señalando fotos y muestras que tenía alrededor del despacho buscando que hiciera ese gesto con las piernas que estaba deseando que ocurriera. Yo solo pensaba en apretarlas más todavía.
    
    Continuaba la entrevista, ahora centrándonos más en mi experiencia profesional y mis estudios, ahí desplegué toda mi artillería, Julián asentaba con gestos de aprobación pero en sus gestos notaba que no era nada de lo que ya hubiera escuchado con anterioridad, eso me desmoralizó, pero no me iba a dar por vencida, le expuse todos mis conocimientos en idiomas y en un momento dado me pidió si le podía enseñar la titulación de inglés, que siendo previsora, ya la llevaba en la carpeta, la cual seguía en ...
    ... mi regazo para ayudar a taparme. En eso que abriéndola para mostrarle el documento, entre la tensión, los nervios, la situación comprometida con mi falda y que habían hojas que no estaban bien metidas por las solapas, se me cayeron al suelo varias de ellas por el lado izquierdo, al darme cuenta hice un rápido gesto instintivo para evitar que cayeran, cosa absurda, pero lo único que conseguí es que mi cuerpo se arqueara hacia ese lado y fruto de ese movimiento mis piernas se abrieran más de lo que yo quería, regalándole una visión perfecta de mis braguitas blancas a Julián. Por fin lo había conseguido, ya me había visto las bragas, obviamente no perdía detalle del espectáculo el muy cerdo, y rápidamente se levantó con la supuesta intención de ayudarme, pero nada más lejos de la realidad, lo único que quería era agacharse delante de mí para ver más de cerca mi prenda más íntima.
    
    La recogida de los papeles se me hizo eterna y surrealista, se me paró el tiempo, el tío no paraba de mirarme las bragas y sin saber porqué no era capaz ni de cerrar mis piernas ante ese ataque a mi intimidad, no hacía nada por taparme, sólo me dedicaba a recoger los papeles sentada desde mi asiento haciéndome la loca a sabiendas que estaba siendo observada, en ningún momento quería provocar esa situación, me estaba dando muchísima vergüenza, pero recordaba lo que me dijo mi marido, que un descuido podía ayudarme a conseguir mi puesto y no pasaba nada. Estaba entrando en calor de ver como soy capaz ...
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