Mi madre como profesora
Fecha: 02/06/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Escritoaburrido, Fuente: CuentoRelatos
... no sólo cambiará su actitud con ella, sino también conmigo. En ese momento me imaginé a Ramiro de rodillas con su rostro intimidado mirando hacia abajo mientras yo con un traje de lujo puesto y un porte de jefe, hasta con bigote y todo recibía sus disculpas mientras inhalaba mi puro cubano ¡Jajaja sí! eso haré —dije con firmeza—. Estoy seguro que mi madre es una mujer respetuosa!
En cuestión de segundos regresé a la sala con Alejandro y Luis, que embobados no perdían la vista del televisor
—¿Y Ramiro? —preguntó Alejandro una vez que me vio llegar
—No lo encuentro amigos —dije—. ¿Y ustedes cómo van?
—Esto es una tontería —dijo Luis enojado (iba perdiendo el muchacho)
—Ya me harté de este juego, iré a buscar a mi hermano para ya largarnos —dijo (Luis es pésimo perdedor)
En ese momento Luis pasó a ser parte de mi fantasía; él estará junto a su hermano arrodillado, pero también reconociendo que yo era mejor en el FIFA
Entre feliz y nervioso dije —me faltó buscar arriba, seguro está ahí
¡Pero qué va! —dijo al mismo tiempo que se levantaba
—Ale, mientras él lo va a buscar ¿qué te parece si juguemos el último partido? —dije muy seguro
—va que va —contestó
Mientras jugábamos me imaginaba a los dos en la peor situación posible; ambos siendo avergonzados por mi madre, quien a brazo firme los regañaba por espiarla.
Después de 20 minutos cortísimos, de esos que pasan al parpadeo, ambos muchachos, aquellos gemelos traviesos regresaron, estaban ...
... bastante agitados y algo nerviosos
—¡Muuy bien!, seguro los regañó jajaja —dije mientras los miraba
—¡Pero qué milagro! —Exclamó Alejandro— ya era hora que aparecieran— ¿Pero dónde estaban?
—Amigo por desgracia nos tenemos que ir —Dijo Ramiro
—¡qué genial! Están tan desconcertados por los regaños que se van —aseguré con gran alegría mientras les movía la cabeza y mostraba mis dientes relucientes
Sin embargo, cuando los acompañé a la puerta noté que llevaban una sonrisa de oreja a oreja
—¿Pero qué? —me pregunté
—¿ En serio se tendrán que ir? —dijo Alejandro— ¡pero qué extraño!
Yo preocupado por sus expresiones imaginé lo peor ¡Pero qué hice! —me reclamaba
—Ahora que recuerdo mi padre está por llegar y si nos ve jugando me regañará —mentí
¿En serio? —Preguntó Alejandro, quien estaba mirando a aquellos pillos
—Sí —dije—. ¿Qué les parece si lo posponemos?
¡Lo que quería era que se fueran!
¡Fantástico! —exclamó Luis
—¿Y si nos conectamos al rato? —preguntó Ramiro mientras caminaba con un porte de campeón
—Claro —dije
Cuando estaba cerrando la puerta miré a los gemelos, éstos estaban con ojos burlones y sonrisas exageradas haciendo gestos desagradables entre ellos, pero sin bajarme la mirada
Angustiado de nuevo, me reclamé por mi estúpida idea. Subía mi cuarto, pero antes de entrar, justo cuando giraba la perilla con un desanimo impresionante por mis estúpidas ideas, vi que el cuarto de mi madre seguía abierto. En ese momento la duda se ...