1. Mi madre como profesora


    Fecha: 02/06/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Escritoaburrido, Fuente: CuentoRelatos

    ... boca.
    
    —¡Por dios! ¡me está volviendo loocoo! —gritó
    
    Yo, por mi parte, experimentaba varias emociones juntas; no podía parar de masturbarme viendo el vídeo porque aquella hembra de infarto, o sea mi madre me motivaba a continuar.
    
    En el siguiente cambió de escena se ve mi madre ahora ¡con dos pijas! muy similares metidas al mismo tiempo en su boca
    
    ¡Pero qué hace! —Exclamé. Mi madre no dejaba de sorprenderme.
    
    Se ve que se esforzaba bastante en mantener las dos al mismo tiempo mientras daba una succión sublime, tan increíble que gotitas se desbordaban involuntariamente de sus ojos. Después de entretenerse así durante algunos segundos, casi un minuto o dos, se las sacó con mucha lechita escurriendo en tiritas directo de su boca llena de baba, pero para enseguida tomarlas con sus manos del tronco, levantarlas y clavar su rostro justo debajo de aquellos huevos sin parar de sacudir su cabeza abruptamente de izquierda a derecha. Con una sonrisita que evidenciaba sus dientes blanquitos les propiciaba un placer a los tipos
    
    ¡No había duda! ¡Se trataba de Ramiro y Luis!
    
    —¡mmm pero qué ricos huevitos me estoy comiendo! —tan grandes y limpios
    
    De repente se paró, se desabrochó su brasear liberando sus hermosos pechos, unos muy abultados con los pezones rositas y muy paraditos
    
    —¿Se van a quedar mirando? ¿O qué van a hacer? —se escuchaba la voz
    
    Ante esos cuestionamientos uno de los dos se hincó, le tomó una de sus ricas tetas, y como si se tratase de un bebé ...
    ... con una impresionante sed, comenzó a darle succiones a aquel pezón; se las daba tan salvajemente que parecía un chupete. A pesar de que los ojos no se notaban, era evidente que mi madre estaba en un éxtasis sin igual. El otro, el de la cámara, seguro Ramiro, no dejaba de follarle tremendamente su boquita, pero ella con maestría aguantaba las embestidas. Lo único que fue capaz de oírse fueron los sonidos ahogados que mi madre emitía. Aquella escena duró alrededor de 2 minutos, después de los cuales uno podría jurar que la lechita que se bebía del pene de Ramiro, Luis se la sacaba ya procesada por el pezón
    
    Al siguiente cambio de escena se ve a ella parada con las piernas un tanto separadas, encorvándose un poco para darle un besito a Ramiro mientras Luis hincado justo atrás de ella le bajaba su delgada braga a la altura de sus rodillas, para de inmediato estampar su rostro (también borroso) directo en su intimidad.
    
    Era la primera vez en toda mi vida que miraba la conchita de mi mami, estaba rasurada, muy limpia y blanquita. ¡Sin duda mi madre tiene un cuerpazo de infarto!
    
    Él metiendo su lengua en lo profundo de mi mamá la alternaba en sus dos agujeritos, sin dejar de amasar con sus manos aquellas regordetas nalgas
    
    —¡Por favor continúa! —se escuchaba la exclamación de aquella zorra—¡Me encanta cómo mueves tu lengua! ¡Ahh! ¿Pero dónde aprendiste a hacerlo así ehh?
    
    —¿Conoces los danoninos? —preguntó uno
    
    —¡jajaja! ¡A mí me encanta comerme este manjar! —dijo otro ...