1. Mi madre como profesora


    Fecha: 02/06/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Escritoaburrido, Fuente: CuentoRelatos

    ... —escribió Ramiro—¿pero de educación física?
    
    —¡QUÉ MAS DA! —escribió Alejandro—. A Angélica se le perdona todo, es tan bonita, tan joven ¡y qué buena está jajaja! ¡Lo que daría por verla otra vez caminar, meneando ese culazo a ritmo acelerado.
    
    —¡Imagínatela saltando! dijo Ramiro.
    
    —NO NO, ¡en bragas jajaja! —escribió Luis
    
    —Sí, seguro sus nalgas desnudas están tan riquísimas como el pan !Me las acabaría a mordidas jajaja —escribió Ramiro
    
    —Además, se ven increíbles sus piernas con esos shorts apretaditos que usa —escribió Alejandro—. ¿Cuánto medirá? ¿Alrededor de 1 70?
    
    —Olvídate de esos muslos hermano, ¡su tremendo culote jajaja! —dijo Ramiro
    
    —¿Recuerdan el lunes cuándo llevaba su short gris? —preguntó Luis
    
    —¡Cómo olvidarlo! —contestó Ramiro
    
    —Sí, ese día, en el patio, mientras corría y su hermosa melena casi dorada por los reflejos del sol se desplazaba de lado a lado, ¡sus nalgotas vibraban! ¡Como deseaba meter mi cara en medio de ese vaivén! —Dijo Alejandro
    
    Por mi parte me sentí un tanto extraño tras leer esos comentarios, enojado sí, pero más nervioso porque entre líneas recordé lo que vi en la mañana
    
    —Jajaja pero no sólo vibraban, también se notaba el contorno de sus bragas.
    
    —¡Cómo se ve que le gusta calentarnos ehh! —escribió Alejandro
    
    —Les diré lo que vimos hace unos días, pero no se lo cuenten a nadie —escribió Luis
    
    —¿Qué viste? —de inmediato pregunté
    
    —Sí, jajaja cuéntaselos hermano —escribió Ramiro
    
    —pero en serio no le ...
    ... cuenten a nadie, porque si lo hacen podrían meternos en problemas y nos quedaríamos sin una maestra tan buenonaa ehh.
    
    Yo ante esa última petición me puse nervioso —¿pero de qué se trata?—me pregunté.
    
    —Cuando jugábamos el martes la reta de fut, ¿recuerdan que volamos el balón?
    
    —Sí —escribimos el resto
    
    —Pues todos angustiados por el inminente regaño, me mandaron a mí y a mi hermano, los favoritos de la maestra, para disculparnos y para pedirle otro más, uno de repuesto; en ese momento ella estaba en el almacén de balones
    
    —Ese lugar me asusta —interrumpió Alejandro
    
    —A todos nos asusta, es por eso que aquellos nos mandaron a nosotros, pero no nos arrepentimos de haber ido ¿verdad hermanito? —dijo Ramiro
    
    —Así es —contestó Luis—. De lo único que nos arrepentimos es de no haber grabado
    
    —¿Qué no grabaron? —mi angustia aumentaba
    
    —¿y por qué no grabaron? —preguntó Alejandro
    
    —Las guarradas que vimos; porque ninguno de los dos llevaba celular —contestó Luis
    
    —Jamás me imaginé que nuestra Angélica fuera capaz de hacer todo aquello —escribió Ramiro
    
    —Es obvio que sí —contestó Luis—. Se nota que pide atención
    
    —Pero ya empieza a contar —escribió Alejandro
    
    —Bueno, cuando entramos en ese amplio lugar, por suerte no nos escuchó; pero nosotros oímos murmullos, nos acercamos y cuando llegamos al lugar, una vez escondidos atrás de algunas cajas, casi sufrimos un infarto—. La maestra Angélica estaba con Rogelio, el intendente, el desagraciado estaba hincado ...
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