Mi madre como profesora
Fecha: 02/06/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Escritoaburrido, Fuente: CuentoRelatos
... con la polla de aquél, abrió su boquita, con desesperación buscó su glande, lo enrolló con su labios y lo succionó con muchísimo ímpetu, tanto que el sonido era muy notorio, parecía como si fuera una niña jalando de un biberón; en serio deseaba estar en el lugar de ese animal, que fuera a mí al que mirara con esa sonrisa gatuna mientras me lamía los huevos —Escribió Luis
—pero el intendente, no se quedó quieto ehh —escribió Ramiro—primero, extendiendo el brazo, tocó con sus dedotes los ricos pechos de la maestra; éstos humedecidos por la crema facilitaban la tarea
—¿Cuál? —preguntó Alejandro
—la de desplazar con esa habilidad manual primero su blusita y después con sus dedos jugar por sus aureolas rosaditas —Escribió Ramiro
—¿Entonces son rositas? —escribió Alejandro
—jajaja sí, y de muy buen tamaño, más grandes de lo que imaginamos ehh —Escribió Luis
—¡Pero qué babaridad! —escribí completamente confundido
¿Será cierto lo que leo? —me pregunté—. ¿O estos pesados están jugando conmigo?
—¡Pero eso no es todo, Rogelio, mientras se divertía con aquellos pezones paraditos, con la otra mano sujetó el cabello de la maestra, para después iniciar con movimientos pélvicos agresivos —escribió Luis
—jajaja sí —dijo Ramiro—. Parecía que sostenía un rábano
—de un momento a otro y sin verlo venir, le follaba salvajemente su muy abierta boca, tanto que la pobre tuvo que aguantar ese balanceo. El que sin piedad se dio (hasta pequeñas lágrimas le salieron) ...
... —escribió Ramiro—. Debió ser esa panorámica, el de tener tan dócil a esa hembra, con los ojos llorosos, pero con su sonrisa picarona, lo que ocasionó el desborde de la corrida más impresionante de aquel dichoso; éste sacó su polla para de inmediato bañar toda la cara de aquella bella; podríamos jurar que salió casi un litro de su leche jajaja —escribió Ramiro
—A la pobre se le cubrió toda la cara, ni la frente quedó limpia —Luis
—Todo iba de lujo, ambos impresionados y perplejos con las pollas paradísimas tocándonos por encima del pantalón, hasta que el imbécil de mi hermano tiró una caja —Ramiro
—La tiré sin querer porque no me podía creer todo el espectáculo, ese culazo expuesto, sus muslos de locura y la cara de vicio —Escribió Luis
—Pero continúa con la historia Luis —escribió Alejandro
—jajaja, está bien, no desesperes —contestó
—Entonces ellos asustados y nerviosos, me refiero al conserje y la maestra, de inmediato recuperaron la compostura; ver al gordo subirse el pantalón mientras se le movía su cuerpo de cerdo, fue muy gracioso jajaja ¿Verdad hermano?
—Sí jajaja, pero lo más impresionante fue que después de todo el caos, después de salirnos corriendo como ninjas para evitar que nos vieran, la maestra actuaba con mucha naturalidad, como si allí dentro nada anormal hubiese pasado.
—¡vaya que es una putona ehh —escribió Ramiro
—síiii —Escribió Luis
—¡Qué increíble vivencia —dijo Alejandro
Yo ya traspirando sudor frío por tanta información ...