Mi madre como profesora
Fecha: 02/06/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Escritoaburrido, Fuente: CuentoRelatos
... decidí parar con todo aquello, aún no asimilaba lo que acaba de leer, estaba pasmado pero eso sí, con la verga tan parada que me lastimaba
—Ya basta hermanos —dije tanto para tranquilizarme como para que dejaran de hablar así de perverso de mi madre
—me tengo que ir —escribí y de inmediato cerré el chat
Lo primero que hice fue alejarme de la computadora, una vez en mi cama y aún con el cuerpo tieso, me senté en el borde de ésta, no podía creer que mi madre fuera una putona y “una calienta pollas”, no lo acepté
—Seguro es una broma de esos pesados, seguro ya saben que se trata de mi madre y quisieron jugarme una broma —me dije—. ¡Sí! ¡Debe ser eso!
Cuando conseguí relajar mi mente, me recosté sobre mi cama y cerré los ojos, no obstante, por momentos recordaba el comportamiento de mi mamá durante las clases o después de éstas para encontrar anomalías; es cierto que casi siempre usa shorts muy pegados o leggins, pero nunca ha sido insinuante con ninguno de los alumnos, ni mucho menos con los profesores; he visto cómo la miran las otras maestras, con la típica envidia característica de ellas, e incluso cómo director la observa cuando ella nos muestra qué ejercicios debemos hacer, ya saben, cuando está inclinada con sus nalgas expuestas, pero es completamente natural, si no fuera normal, ya la hubieran regañado o peor aún, corrido; ¡ahora¡ ¡pensar que se la chupó al conserje! ¡Y que le dejó hacer todas esas guerreadas! ¡Eso así no! En primera, su trato con él ...
... siempre ha sido de lo más distante e incluso desagradable; al principio él la piropeaba cuando la encontraba, le recordaba lo guapa que se veía, pero mi madre lo ignoraba, incluso por su mirada podría jurar que le causaba repulsión.
—Estoy tan seguro que fue una broma de mis amigos, que les pediré aclaraciones —me dije a mí mismo, aunque muy en el fondo estaba nervioso porque por primera vez vendrían a mi casa, por lo tanto conocerían a mi mamá, y si lo hacen, sabrían que es la mismísima a la que vieron haciendo guarradas —dije angustiado—. ¿Pero qué debería hacer?
Cuando era alrededor de la 1 de la tarde mi madre regresó sudorosa y cansada
—Hijo —entró a mi habitación—. Veo que te estás divirtiendo, me da gusto corazón.
Tras escuchar su voz, una corriente paralizó todo mi cuerpo, y cuando digo todo, es todo, hasta mi polla
—Sí mamá, todo gracias a ti jeje —dije nervioso y excitado—. Oye en un rato vendrán amigos para jugar conmigo, mmm… Espero que no te moleste
En ese momento, cuando giré mi rostro para mirarla, no pude evitar recorrer con mis ojos vacilantes sus esbeltos muslos blancos, éstos tenían esparcidas gotitas de sudor por todas partes
-no te preocupes José, mientras te diviertas puedes invitar a quien desees jeje —me dijo sin despegar su mirada de la mía, es más hijo, ¿por qué no usas la televisión de la sala? Digo, es más grande jeje
—SÍ, Gracias mamá —vaya que es la más increíble del mundo —pensé.
Acto seguido se fue, pero no sin antes ...