Sexo por despecho
Fecha: 08/03/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: ogarcia, Fuente: CuentoRelatos
... cosas antes de tomar decisiones.
-Perdóname, estaba tan molesta que solo tomé el auto y salí sin siquiera fijarme si tenía combustible.
Levanté la mirada y vi una sonrisa dibujada en su rostro.
-Al menos sabemos por qué se detuvo el auto –dije.
Esta vez fue ella quien pasó su mano por mi espalda reconfortándome.
-Ven –la tomé de la mano –debes cambiar tu ropa o te vas a resfriar.
-Pero… ¿Qué ropa?, no traigo más de lo que tengo puesto.
-Prueba mi ropa de deporte, no te quedará pero al menos estarás caliente.
-Ok, pero… ¿Dónde me cambio?
Al preguntar al encargado, la respuesta obvia siendo un paradero: afuera.
-Mirá –le dije –voy a rentar la única habitación que queda, puedes cambiarte y descansar hasta mañana para ir por tu auto; yo no pienso moverme de aquí y puedo quedarme afuera, ya lo he hecho otras veces.
-No, te lo agradezco pero no; ¿cómo dejarte afuera cuando por mi culpa estamos aquí?
-¿Quieres esperar entonces a que aminore la lluvia para salir?
Conocía la respuesta lógica, pero esperé a que ella fuera quien lo propusiera.
-Podemos compartir la recámara –dijo avergonzada.
-Solo si tú estás de acuerdo.
-Lo estoy.
Subimos a la habitación y la dejé instalarse mientras salí por mi maleta al auto, las cosas tomaban un camino que no esperaba pero que tampoco buscaba rehuir.
-Esta es la ropa que te mencioné –dije acercándole mi maletín –te sentirás más cómoda.
-Gracias de nuevo –dijo tomando las prendas –eres muy ...
... amable.
-No agradezcas.
Se levantó de la cama y se acercó a mí.
-En verdad siento tu pérdida, ¿era tu esposa?
-Si.
-¿Puedo hacer algo por ti? –dijo tomando mi mano.
-Podrías, pero no sería correcto –dije tomando la suya.
-A ti te debo una disculpa, a él le debo un escarmiento; yo creo que es correcto.
La acerqué a mi delicadamente y probé su boca, me correspondió tomando mi cuello.
Después de un rato la tomé en brazos y la llevé al lecho, quería estar seguro que sabía el paso que estaba a punto de dar.
-Tomarás venganza, pero posiblemente no encuentres solución; ¿estás segura?
Me volvió a tomar por el cuello y me besó, está respuesta no admitía duda.
Con delicadeza la fui despojando de sus prendas las cuales no eran muchas, poco a poco se fue rebelando el cuerpo de una mujer en plenitud. Me detuve por un instante para admirarla bajo la tenue luz de la lámpara.
-Eres tan hermosa que me siento un profanador al tocarte, mereces que no solo se te quiera sino que se te idolatre.
-¿Te funciona eso?
-No sabría decirte, es la primera vez que lo digo.
-Pues conmigo, si.
La besé de nuevo, ¿cómo no hacerlo con esos labios que incitaban a morderlos?; besé cada parte de su cuerpo haciéndola suspirar a ratos, gemir en otros. Tomé sus pechos y dediqué un tiempo en palpar, morder, chupar hasta escuchar su respiración agitada mientras mis dedos con suavidad tocaban cada pliegue de su sexo el cual, al paso del tiempo y de mis movimientos en él, ...