Sexo por despecho
Fecha: 08/03/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: ogarcia, Fuente: CuentoRelatos
... provocaron la explosión anunciada de su primer orgasmo.
El tiempo que tomé en bajar a su sexo fue el justo para evitar que cerrara sus piernas, como animal hambriento me apoderé de cada rincón de él, mojando mi cara con el elixir que a raudales prodigaba.
-¡No más por favor! –decía con apenas voz -¡no puedo con todo esto que siento!
Si tomar en cuenta su súplica pero un poco más consiente bajé el ritmo de la acción, pero a cambio de eso me apoderé de su botón del placer y, sin dar tregua a mis embates, disfruté como nunca al sentir la convulsiones que provocaba en su cuerpo, mismas que me prodigaron con una fuente al parecer inagotable de jugos sexuales.
-¡Ya!, ¡ya por favor!... en verdad no puedo más…
Terminé de quitarme la ropa mientras ella se reponía, mientras lo hacía, no podía dejar de admirar su cuerpo que, sin caer en lo exuberante, era en verdad muy hermoso. Me acerqué de nuevo y, con suavidad, volví a mamar de esas tetas que poderosamente volvían a llamar mi atención; ella se dejaba hacer mientras acariciaba mis cabellos.
-Sigue por favor, me hiciste gozar tanto que no quiero que termine.
Me levanté y me acerqué para mostrarle mi orgullo de hombre. Sin pensarlo, lo tomó y acercó su boca, si hubo un momento de indecisión este se esfumó tal cual llegó; lentamente pero sin demora lo aprisionó entre sus labios, provocando en mí el primer espasmo, preludio inequívoco que mi corrida estaba cerca. Pasados unos minutos no pude más y se lo hice saber, ...
... sin perder el ritmo continuó con sus suaves manos hasta que literalmente hubo una explosión como hacía tiempo no sentía; dejándola hecha una desgracia al verse salpicada en parte de su cuerpo.
Ya un poco más tranquilos reímos como niños al vernos y ver la cama hechos un desastre.
-Sabes –me dijo –sé que esto estuvo mal, no me malinterpretes, fue genial hacerlo contigo pero lo que hice no lo hubiera pensado en hacer nunca.
-Hasta cierto punto es normal –dije justificándolo –tenías una bronca muy grande y aprovechaste.
-Y tú no querías, ¿verdad?
-Solo un poco, no creas.
Me lanzó un puño con la fuerza de un bebé, respondí con una palma en su nalga; parecíamos niños jugando en cama hasta que de nueva cuenta volvimos a besarnos; la coloqué sobre mi tomándola de sus nalgas, sentir sus pechos sobre el mío me estaba poniendo a mil; sin pedírselo pero en espera que lo hiciera se montó sobre mí.
-Ahhh! –exclamó al sentirse llena –no te muevas.
En esta posición ella tenía el control, lo que me daba opción de apoderarme de sus tetas, las cuales en poco tiempo se habían convertido en mi vicio y, como vicioso, quería seguir probando de ellas.
-Mmmm! Ya casi –dijo pasado un tiempo –¡ya casi!, ¡ya casi!
Después de esto último término cayendo sobre mí con su respiración agitada, clavando sus uñas en mis hombros hasta que, lentamente, fue saliendo sobre mí para dejarse caer al lado mío.
-¡Carajo!, nunca había terminado así.
-Pues tu terminaste pero… ¿qué hay ...