1. Amante del cerrajero (Parte 3)


    Fecha: 10/03/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Loup20, Fuente: CuentoRelatos

    ... decía lo contrario, después de lo de ayer, mi ano estaba más dilatado y deseaba tragarse de nuevo ese inmenso mástil.
    
    Camine a la cocina, ocupaba alejarme un poco y pensar con más calma la situación, me senté en una silla mientras mi cabeza echa un caos intentaba ordenarse y sin pensarlo metí una mano bajo mi pantalón de lycra, al sentir lo húmeda que estaba algo dentro de mi me empujo al vacío, me paré y camine a la sala.
    
    -Don Jaime ¿cómo va con el arreglo?
    
    -Bien señorita Pamela, casi estoy por terminar.
    
    -¿No le gustaría tomar un refresco o agua? que debe tener algo de sed.
    
    -Muchas gracias señorita, voy para allá.
    
    Lo esperaba en la sala con un vaso de agua y un refresco para que él escogiera lo que deseara. Se acercó a mi sin ningún asomo de maldad o lacividad y tomo el agua.
    
    -Muchas gracias señorita, vaya que me hacía falta.
    
    -No tiene nada que agradecer don Jaime, siéntese a descansar un poco y dígame ¿qué tan difícil está el trabajo?
    
    Don Jaime se sentó en el sillón y me empezó a platicar un poco algo que ni atención le puse, caminando lo más provocativa posible me senté a su lado, un breve momento lo vi a los ojos y le dije:
    
    -Don Jaime, no ocupa que haga nada más por usted -se lo dije lo más sugerentemente posible viendo su entre pierna y mordiéndome el labio.
    
    -¿Cómo qué podría necesitar? ¿Tienes alguna idea? -me contesto don Jaime.
    
    No pude resistir más mi calentura le abrí el cierre del pantalón y saque su enorme verga todavía media ...
    ... flácida, aun así era enorme.
    
    -Déjeme atenderlo como se merece.
    
    Al terminar de decirlo me metí su verga en mi boca, la verdad deseaba saborear una vez más ese mástil el cual me sabía a gloria, solo escuche como don Jaime suspiro y dijo en voz baja:
    
    -Sabía que no ibas a aguantar putita, que ibas a pedirme más verga.
    
    -Don Jaime, no me diga puta, me muero de ganas por sentir de nuevo su verga en mi, pero no por eso soy una puta ¿o sí?
    
    La última parte la dije con mi mejor cara de inocente que pude poner, me estaba encantando ese juego de ser la puta de don Jaime, que me lo dijera.
    
    -Pamelita, claro que eres una putita, pero no te apures, quedaras más que satisfecha, hoy vas a disfrutar de nuevo y vas a quedar más complacida que ayer. -Cuando terminó de decir eso me arrodillé frente a él para poder disfrutar en toda su extensión su verga, la saboreaba como un caramelo tan delicioso que quería que no terminara, seguí chupándoselo con toda mi lujuria y deseo.- Si Pamelita, que rico la chupas, nunca nadie me había chupado la verga tan delicioso, ni a las putas que les pagaba hacían un trabajo tan rico como lo haces tú…
    
    -Don Jaime, no me compare con una puta -se lo decía mientras volvía a meterme su verga para volver a sacarla- no ve que soy una señora casada.
    
    -Nadie niega que seas casada, pero también eres una puta, una puta que no cobra por dejarse coger y que además en su departamento sin que el cornudo de su marido imagine lo que hace mientras no está ahhh si ...
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