Disfrutando del sexo en una clínica de fertilidad
Fecha: 15/03/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: NikoDelNorte, Fuente: CuentoRelatos
... que la mujer disfrutara el mayor tiempo posible. Las caderas de Jaana se retorcieron en el sexo. La voz de una coño mojada, el olor del coito y la voz sexual de la mujer llenó la habitación. Todo estaba perfectamente audible en la sala de espera y la sala de café. Al menos mirarían el reloj cuánto duraría nuestra relación sexual.
A continuación, Jaana explosivamente tuvo un orgasmo vaginal, sentí sus contracciones musculares de la coño, que seguía y seguía. ¿Acabaría ese pico alguna vez?
Finalmente, sus caderas se relajaron por completo. Siempre tuve el principio de que no eyacularía hasta que la mujer tuviera un pico de los disfrutes. Había logrado abstenerme hasta ahora. Ahora era mi turno de disfrutar del sexo y podía dejarlo ir. Hice mis últimos empujónes lentamente. Sentía que me estaba moviendo a un nivel superior de conciencia, todo estaba desaparecido, solo quedaba una tremenda cantidad de disfrute. Luego bramé ruidosamente cuando una gran cantidad de semen, acumulado en testículos y pelvis durante la semana de abstinencia, salió a chorros desde mis caderas y de mi huevo a el condón.
Saqué mi huevo de la coño. El condón se inundó de esperma, Jaana lo recuperó y lo almacenó de acuerdo con el procedimiento normal. Luego fue a acostarse nuevamente en la ...
... mesa, completamente desnudo y disparado, diciendo:
-Como todos los demás, tengo un descanso para tomar café, lo uso para recuperarme...
-¿Hay otros viniendo aquí?
-Sí, supongo que el próximo donante vendría a la 1 p.m., pero ya es más de uno. Él pueda ir al baño de la sala de espera para hacer el trabajo allí.
Entonces Jaana contó un poco sobre sus propias cosas. Estaba divorciada, como la mayoría de las mujeres de la profesión de enfermera.
-Me gustaría de un bebé, todavía tengo tiempo. Pero mi ex marido no quería hacerlo, era la razón principal para divorciarme de él. Y a pesar de que no podía haber lo hecho, el esperma era de muy mala calidad.
Me preguntaba cómo podría seguir conociendo a Jaana. Al menos quería asegurarme de que ella estuviera de nuevo en trabajo cuando donaré esperma. Sin embargo, Jaana fue la primera en decir:
-¿Podrías venir de nuevo a las cinco? Entonces mi turno termina. Podríamos ir a mi casa, yo prepararé la cena, luego podríamos ir juntos a la sauna. Y después de eso, tal vez podamos idear algunas cosas buenas que hacer...
-¡Bien, de hecho bien!
-Podríamos continuar de donde estábamos ahora. Y una cosa: Esta vez realmente no tienes que traer preservativos. Te estoy esperando…
-¡Realmente lo haré! Vendré otra vez...