Conociendo a dos vecinos por la cuarentena
Fecha: 18/03/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... descarada de manosearme sin pedirme permiso, él a lo que iba. Solo le dije: que estaba bien, que quizás en otra ocasión repetiríamos, pero ya veríamos más adelante.
Pasaron como dos semanas sino es que tres en que tuviéramos otro encuentro, sin embargo, lo seguía viendo ya sea afuera de nuestras casas, en la calle, tienda y mercado. Después me percaté de que él estaba al tanto viendo o checando (por no decir vigilando) a qué hora salía yo de casa y los días. Buscaba la forma de salir cuando me veía, pero a veces salía acompañada o ya me estaban esperando o había gente así que, solo quedaban los saludos y una charla breve de vecinos.
Para cuando se volvió a dar el segundo encuentro, fue ya en la tarde - noche de una de las ocasiones que fui a la tienda. No lo voy a negar, tenía ganas de ser magreada, deseada, toqueteada, etc., con el vecino de mi edad pero no se podía, solo pasaron hacer saludos y charlas breves; ya que salía con alguno de sus familiares, y las pocas veces que salía solo, salía de a rápido o tenía que ir a algún lugar.
Así que ese día, me encontré al vecino de 35, lo saludé y le dije que llevaba algo de prisa, que si me podía ayudar con las cosas de la tienda, al parecer entendió o captó rápido mis intenciones o si no fue así, pues sucedió. Ya al ir de regreso (obviamente le pedí que me ayudara a cargar las cosas), le dije que el encierro hace que nos comportemos de muchas formas, así que le dije: siempre me has ofrecido tu ayuda, ahora yo te la ...
... pido, pero debe ser rápido, pues no puedo tardarme mucho así qué tú decides.
Me llevó de nuevo a la entada de su edificio, nos pusimos debajo de las escaleras y otra vez comenzó a tocarme con más ganas, supongo porque iba en leggins (en la anterior ocasión iba en jeans). Incluso, al sentir que llevaba su mano a mi intimidad, lo detuve, pero él me dijo: la de la idea fuiste tú. Yo le respondí que ya lo sabía, pero no podía tardarme mucho, así que le dije: solo puedes tocarme por encima de los leggins, en otra ocasión con más tiempo te lo compensaré. Sin más, él se apartó un poco de mí (estábamos de frente los dos, como si fuéramos novios besándonos y cachondeando, agarrándome las nalgas y piernas principalmente, cuando mencionó que trato de meter su mano en mi intimidad es porque: cuando estuvimos cachondeando de frente y me manoseaba las nalgas y piernas, también bajo más su mano y desde mis nalgas trato de llegar a mi vagina por en medio de mis piernas, al parecer más o menos llegó, regresó su mano pero en ésta ocasión trato de meterla a mis leggins, cosa que no permití), en cuanto considero lo suficientemente retirados me dio la vuelta, y me volvió a acercar a su cuerpo, pero esta vez de espalda, prácticamente mi trasero quedo sobre su verga (que por cierto en ese momento me percate que es más grande que la del vecino, tanto a lo largo como a lo ancho, y vaya que la sentí bien, salvo que fuera por el pantalón de mezclilla -eso lo sabría más adelante-. Ya que me puso apoyada ...