Como yo te miro, no te mira nadie
Fecha: 19/03/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
... ver qué manera de comerte las tetas tenía Carlos....
R- ¡Huy! -dices picarona, levantándote- te he manchado entero. -comentas refiriéndote al vino que se ha derramado en parte de mi camisa y en mis pantalones.
Mordiendo la punta de tu lengua, desabotonas mi camisa mientras yo sigo enfrascado en acariciar tus pechos que quedan colgantes al encontrarte semi agachada, incluso en alguna ocasión mi lengua lame alguna gotita que todavía queda en tus pezones. Sientes un intenso gustito que recorre tu espalda en un largo escalofrío.
Te pones en cuclillas para soltar mi pantalón y levantando mi culo arrastras la prenda junto a sus calzoncillos dejándome desnudo, con mi polla totalmente erecta.
R- Joder, Carlos, estas muy bien y no se puede negar que tienes una buena tranca.
En ese instante te pones a bailar de forma serpenteante frente a mí, desnudo y te encanta ver cómo me fijo en tus movimientos y en especial atiendo a tus tetas que oscilan de forma hipnotizante o en tus braguitas que casi transparentan tu sexo y por supuesto en las medias que envuelven tus piernas y que observo con atención, casi diría que, con devoción, desde tus pies hasta casi tus ingles. En ese momento recuerdas lo mucho que le gusta a tu chico que juegues con tus medias en su polla y en sus huevos y claro, conmigo también quieres jugar a eso, porque estas seguras de que me encantará.
Acto seguido subes tu zapato apoyándolo sobre mi muslo para que te ayude a despojarte de él y lo hago ...
... despacio, sosteniendo el tacón y deslizando el calzado hasta que desaparece completamente de tu pie. Mueves tus deditos que se mueven juguetones dentro de los refuerzos de tus medias y notas por mi sonrisa que eso también me atrae. Repetimos la operación con el otro tacón, agarrando tu tobillo con suma delicadeza para descalzarte completamente.
Tras sonreírme, te metes en el hueco que dejan mis piernas abiertas y giras levemente tus caderas para rozar con el nylon de tus medias la cara interna de mis muslos. Con eso consigues que cierre los ojos. Entonces te sientas en el sofá y con tus dedos descalzos, tan solo cubiertos por las medias, agarras mi polla tiesa y comienzas a pajearme, lentamente, ayudada únicamente por tus pies descalzos y sin dejar de sonreírme, haciendo que sienta la fina tela rodeando mi endurecido miembro y me notas gemir cuando aplicas cada vez más rapidez a esa paja con tus pies. Yo contraigo mi cuerpo al sentir cada caricia de tus pies, de cada uno de tus dedos, como cuando juego con mi frenillo y notas como sale la primera gotita adornando la punta.
De sobra se lo mucho que te gusta la polla de tu chico y que estas más que contenta con ella, pero esta es diferente, además de bonita, es prohibida... ¡desafiante!
R- ¡Me encanta tu fresita! –Me dices bajando tus pies para tomar en tus dedos ese glande sonrosado e hinchado.
Coges ese elixir que desprende mi polla con tus dedos y lo degusta llevándolo a tu lengua, ante mi mirada atónita que sigue sin ...