1. La convención


    Fecha: 21/03/2022, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... como adelanto al siguiente de los pasos en que cayó enfrentado al tierno y cálido botón de mi placer. Temblé entera al sentir cómo lo chupaba con gran avidez jugueteando con el mismo, un ramalazo lleno de electricidad corriéndome el cuerpo. El calor de su aliento y su respiración apagada rozándome la sensible zona, me agarré donde pude, a su cabeza y después a la colcha de la cama que me servía de necesario acomodo.
    
    Me corrí por vez primera, mordiéndome los labios para soportar el roce demoníaco que la lengua y los labios ejercían sobre mi pobre clítoris. Ya la calidez de mis aromas acompañaba sus caricias y roces, devorándolos y saboreándolos al beberlos goloso el apuesto moreno. Mezclados con el calor de su saliva y sus babas, en una ceremonia morbosa y llena de anhelo para mí. Hundiéndome la nariz al aspirar el manantial de fluidos en que mi sexo se había convertido. Se ahogaba en ellos, respiraba afanoso entre mis paredes, metiendo la lengua y disfrutando todo lo mucho que mi coñito le daba.
    
    Continuó a lo suyo, bebiendo y saboreando mis jugos que ya empezaba a entregarle en abundancia. Gemía, sollozaba, gritaba complacida con las piernas abiertas y dobladas en el aire. Un magnífico espectáculo el que le ofrecía. Y del que se aprovechaba, experto como lo era y sin parar de lamer y succionar. Metiéndome dos de sus dedos y sin avisar, haciéndome caer atrás ante lo sorpresivo del ataque. Grité desconsolada, las manos en su cabeza que continuaba trabajándome el clítoris ...
    ... con la lengua traviesa. Adentro y afuera, enterrándose la lengua en la vagina, humedeciéndome la entrada y volviéndola a sacar de manera presurosa. Y luego los dedos tomando el relevo al entrar profundos y de manera fácil en mi sexo tan dispuesto.
    
    - Sigue sigue… me matasssss… harás que me corra otra vez…
    
    Una mezcla irritante con que consolarme mis ansias por nuevos placeres. Lamiéndome, rozándome la entrada con su nariz, lanzándome su ardiente aliento sobre la abierta rajilla. Jadeando loca por sentirlo tan cálido y abrasador, tan cerca su boca de mi inflamada vulva, los labios volvieron a hacerse con la misma chupando y tirando de ella. Soporté como pude aquello, juro que lo hice musitando palabras sucias y perversas. Reclamándole seguir, abriéndome tanto como podía a sus deseos. La mano en la colcha para luego caer firme en su cabeza completamente depilada, le apreté contra mí notando la lengua vivaracha buscarme el interior de la mojada flor. Separándose un instante para sacar la lengua y rasparla a lo largo de la raja y entre los labios inflamados. Me mataba, me mataba, no sabía cuánto más podría aguantar ese tormento maligno.
    
    - Oh sí… sigue sigue, qué gusto me das.
    
    - Me encanta pequeña… mojadito y excitado –la voz del hombre provocándome.
    
    - Sí, todo para ti mi vida… chúpalo, cómemelo todo.
    
    Desde mi posición y tirando el coño adelante, busqué pegarlo a sus labios y boca. Y cogiéndole con la mano la cabeza hecha una bola de billar, le llevé con urgencia ...
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