Las clases de contabilidad
Fecha: 23/03/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: cuerva, Fuente: CuentoRelatos
... quien era, cuantos años tenía, (25 años) explicarme que la materia había representado un verdadero dolor de cabeza durante 3 años, en su carrera y de haberse convertido en todo un obstáculo para poder recibirse, me contó que para ser honesta ella no entendía absolutamente nada, si como leen… Nada, cosa que constataría más adelante como real.
A todo esto, solo estableció una condición para sus clases particulares, primero, que fuesen de manera presencial, segundo que fuesen en horarios de tarde noche, y por último, que fuesen en su propio domicilio.
Luego de pasarme a donde vive, acordamos la primera visita un día miércoles, para comenzar en forma conjunta una materia muy pesada de grados avanzados en la universidad.
Es así que llegando el día, me dispuse a ir, pensaba cuanto le cobraría, que le diría, y claro con que me encontraría como desafío para poder llevar adelante ese anhelo de desafío que me había propuesto. Hacía casi 20 años que yo había visto esa materia, y claro la había aprobado, pero digamos que son de esas materias que uno aprueba porque el “sortear el obstáculo” hay que saltarlo sí o sí.
La cosa que después de dar un par de vueltas, llegué a la dirección indicada, digamos que no podía creer que fuera esa dirección, una casa de campo hermosa, bien iluminada. Con grandes portones en la entrada. Arboleda y piscina.
Me bajé del auto, toqué timbre, inmediatamente salió una mujer joven, me preguntó, si yo era César, a lo que le respondí que sí, ...
... abrió el portón, me hizo pasar, luego de una charla amena, en el hall de entrada, nos trasladamos a un patio en la parte trasera de la casa, donde había una mesa cubierta de apuntes.
A todo esto, por lo nervioso que estaba, y que además cada vez que recuerdo también me pongo, olvidé de fijarme en la vestimenta de mi alumna y además de bueno describírsela un poco.
Ella traía puesto al momento en donde nos encontramos, el portón de la casa un short cortito, de esos que dejan de ver un poco más si se agachara o se pusiera en alguna posición incómoda. Adema un remera sin mangas suelta, pero que dejaba notar que abajo digámoslo así no había nada, como que traía sus atributos sueltos y bien cómodos, extraña forma de recibir a un profesor, pensé, era una chica hermosa, no solo en su apariencia física, su cara joven y angelical, sino además educada de unos 25 años. Toda una mujercita como dicen las viejas de por aquí, en edad de merecer.
Hablamos, charla y charlas, me ofreció de tomar, su pelo largo al viento, era hermoso, una cabellera rubia, ojos claros, manos delicadas como la de una princesa, a la que solo le dicen que lo único que tiene como objetivo en esa vida, e recibirse, puesto que le dan todo.
Las clases comenzaron, podía hacerlo, aunque me enfrentaba a algunos cambios en la materia, note que la base era la misma, clase a clase se, nos fuimos conociendo mejor, María era un chica muy suave, de buenos modales, y además no les mentiré muy sexy.
La confianza y los ...