Fin de la sequía de besos en mis cuatro labios
Fecha: 25/03/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Mar1803, Fuente: CuentoRelatos
... dejarnos retozar todo el tiempo que queramos. Y exactamente eso hicimos: aprovechar la cama para coger de todas las formas posibles, bueno, el 69 no, ese sólo lo disfruto con mi amante porque mi marido sigue negándose a chuparme y como yo necesito amor en mis cuatro labios de la vagina, él sigue con una hermosa cornamenta. El domingo, le hice venirse en mis tetas y que con su glande me extendiera el semen, poniendo atención en mis pezones y en mis axilas. También, con lo que me escurría de las mamadas que le di, unté mi cuello contestándole a su porqué “Quiero oler a ti en todo mi cuerpo”. Ese día, en una de las enculadas, lo sacó antes de venirse soltándome la carga en mi espalda y en las nalgas. Me acosté y le pedí que con sus huevos me la distribuyera muy bien. ¡Sentí delicioso el paseo de su escroto que creí que sus vellos eran una brocha pintando una pasta con leche y huevos para saborearse después de salir de este horno de amor! ¡Claro que me puse más arrecha pensando en el paseo de la lengua que daría el beneficiario de este gran acto de lujuria entre mi esposo y yo!
El lunes muy temprano, me tomé un bibi riquísimo antes de que mi marido se metiera a bañar. Al salir del baño me dijo “Te toca bañarte”. Más tarde lo haré, quiero estar oliendo a ti y con tu sabor en mi piel unas horas más” Tomó su desayuno y se fue con su cuadrilla. Yo me puse una ropa delgada para evitar que la fricción eliminara esa costra de amor que ya tenía dueño esperándola por más de un año y ...
... salí de casa para que me hicieran la primera limpieza de mi cuerpo, ¡a pura lengua!
Al llegar al departamento de mi amante, él abrió la puerta mostrando sólo el rostro. Entré y le di un beso donde jugaron nuestras lenguas y mis manos recorrieron su desnudez. En la recámara, me quité los zapatos y me subí de pie a la cama para hacerle un estriptis, lanzándole una a una mis prendas, que fue acomodando en la silla, mientras yo cantaba con el ritmo de la canción ‘Fiebre’: “Ya llegó tu desayuno, nene”/ Sé que tu lengua va a envolverme/ Y de tanto amor yo me vendré/ nene / Mira mi panocha, nene/ Esta rebosa de amor/ Escurre leche( leche de varios días que ordeñé para ti/ Tú me das lengua... Fue divertido y al mandarle la pantaleta, la olió y lamió antes de tirarme sobre el colchón para chupar desenfrenadamente mi vulva. “¡Tantos meses que esperé estos labios!”, le decía restregando su rostro en mi pubis al tiempo que brotaban ríos de mi flujo que él sorbía y tragaba sin parar. Quedé yerta y a la merced de su boca que me recorrió por el frente por detrás. “¡Lámeme toda, mi amor, el cornudo fue muy generoso para preparar tu banquete!” Como de costumbre, me lamió y besó todo el cuerpo. Yo reía con las cosquillas que sentía. Lo único que extrañaba eran los piquetes de su barba rala porque estaba bien rasurado. En el ombligo quedaba suficiente sabor de semen para enloquecerlo y le dedicó más de un minuto para limpiarlo. Cuando le tocó el turno a las axilas y a mi cuello, creí venirme ...