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HASTA LA CIMA - SEGUNDA PARTE
Fecha: 25/03/2022, Categorías: Infidelidad Autor: maia24, Fuente: RelatosEróticos
... parecía cosa de nada. Con tonos hogareños como el naranja y el café, tres niveles se cimentaban uno sobre de otro dando forma a un diseño contemporáneo. Marta se despidió y dio la indicación de acudir a alguna otra parte del complejo. En esa ocasión había decidido vestirme simple, con unos jeans ajustados que evidenciaban mis caderas y una blusa verde militar de manga larga. Lo único que hacía de ese conjunto una buena elección era el escote en forma de v lo suficientemente pronunciado como para dejar lucir la curvatura natural de mis senos. Como no se trataba de nada que Massimo no hubiese visto el día anterior, la probé sin sostén permitiendo que la forma de mis pezones, pequeños y endurecidos, se pudieran identificar con facilidad bajo la tela. ¿Lo que estaba haciendo era parte de una infidelidad? En mis planes no estaba acostarme con ninguno de los dos hombres dentro de la casa —aunque a veces las cosas no salen como uno las planea—, ¿pero no era suficiente para un engaño desear la atención de un tercero, independientemente de la finalidad? A diferencia del palacete del día anterior, la casa estaba completamente libre de cualquier tipo de personal de apoyo. Toqué la puerta con los nudillos, un toc toc toc nervioso que nadie pudo escuchar. Tras unos cuantos intentos y un mensaje desesperado descubrí que la puerta estaba sin seguro. Aquello me olía a una cosa sumamente informal. ¿Estaría mal si entraba por mi cuenta? Lo más probable era que todo fuese ...
... cosa de Massimo, y me sorprendió entender que lo había visto una sola vez. Había intercambiado con él... de hecho, ninguna palabra. Solo había sido una receptora silenciosa. Y esa experiencia me había bastado para no tener duda alguna de su personalidad, como si de alguna forma la intimidad de la escena que se había desencadenado me hubiese contado quién era Massimo en realidad. Quizá yo estaba equivocada y Massimo no era quien yo creía, aunque realmente lo dudaba. Empujé la puerta con cuidado dejando salir el olor que se encerraba en el interior; vodka y... ¿nachos? ¿Esa era la idea de Gabriel para conseguirme un mejor trabajo? ¿Embriagar al hijo del presidente de la empresa y llenarle la sangre de queso cheddar? Caminé sin estar muy segura de hacia dónde dirigirme, dando un total cinco pasos hasta que encontré la figura de dos hombres tras la barra. Los ojos oscuros de Massimo y la mirada parda de Gabriel me encontraron más pronto que tarde. —¿Es esta la chica con suerte? —quiso saber Massimo. Por el tono con el que había pronunciado las palabras me pregunté si había permanecido ebrio desde ayer en el evento hasta hoy en la barra con Gabriel. —Regina —saludó Gabriel con una ligera inclinación de cabeza. La mirada de Massimo brilló de diversión. —¿Así se llama la fabulosa chica de las bragas? —preguntó entonces. Al escuchar esas palabras Gabriel apartó la mirada de mis ojos y fingió que no había escuchado nada realmente. Por el contrario, Massimo fijó su ...