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Amante número uno
Fecha: 01/04/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Esta es la primera vez que escribo un relato y me atrevo a realizarlo porque he encontrado la motivación necesaria después de años leyendo esta página. Espero que os guste. Soy hombre casado y con una vida sexual bastante buena, aunque a uno siempre le gustaría hacer realidad alguna que otra fantasía que ronda por mi cabeza. Todo comenzó cuando una excompañera de trabajo después de cruzarnos muchos whatssapp me lanzó una frase que no me esperaba. Algo así como, “si las circunstancias fueran diferentes, me habría lanzado a tu cuello”. Esa frase cambió mi forma de verla y sobre todo mis ganas de intentar y tener una aventura sexual con ella. A partir de ahí la cosa se precipitó; todos los días los mensajes eran continuos y las conversaciones siempre iban derivando alrededor de nuestras relaciones sexuales y de alguna que otra fantasia o deseo de hacer juntos. Ella siempre se notaba cortante en cuanto la conversación era más profunda, pero tampoco evitaba que la misma pudiera llegar a eso. Vamos, lo que podría pensarse una “calientapollas”, pero a mi esa situación me ponia cachondo. Ella no aceptaba un beso furtivo en algún reencuetro fugaz que tuvimos, una cogida de culo y tan siquiera llegar a algo más a través del cibersexo. Pero el destino nos tenia una jugada preparada. A primeros de febrero me desplazaba a un pueblo para realizar un curso durante cuatro días (cosa que ella desconocía), por lo que me alojaba en un hotel cercano al lugar donde recibía la ...
... formación. Cual fue nuestra sorpresa que al entrar en la sala para iniciar el curso, la primera persona que vi fue a ella… - ¿Qué haces tú aquí? - Y ¿tú? Imagiaros la situación tan morbosa que se me presentó. La mujer que deseaba follarme desde hacia más de un mes estaba conmigo en un curso a 150 km de casa y sin nadie que nos conociera. La mañana se hizo muy larga y el rato del desayuno muy corto. En ese momento recibí una mala noticia, ella no se quedaba a dormir en el pueblo, sino que regresaba todos los días a casa con su familia. Aún así, nuestras miradas de complicidad y las pocas conversaciones que tuvimos los dos primeros días no dejaban de estar en torno al sexo y nuestros deseos. El tercer día de curso a la hora del desayuno yo no podía más y le pregunté si le apetecía y podía quedarse comigo a comer para después tirar tranquilamente de vuelta a casa, lo que me devolvió una respuesta inesperada: - Menos mal que me lo pides. - ¡coño! Llevas un mes dandome largas, así que pensé que ni siquiera querrías comer juntos. - Pues claro que quiero, estar unas horas alejadas de casa me vendrá bien para mi cabeza de mujer casada. - Perfecto, si te parece comemos en un restaurante que está cerca y después nos tomamos un cafelito o una copa. En cuanto terminó la sesión salimos hacia el restaurante pero al llegar al mismo decidí dar un paso más y con disimulo pero de forma segura me acerqué a ella por detrás y le cogí el culo de una manera muy obsena. Ella se ...