1. Una noche de copas


    Fecha: 02/04/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... quería le introdujera mi dedo. Entonces me chupé el índice y comencé a introducirlo lentamente. Elsa continuaba haciendo fuerza con las manos en la pared a cada arremetida de mi polla en el interior de su coño y, a la vez, erguía el culo para que yo pudiera introducir mi dedo en su ano. Cuando este empezó a introducirse vi sus músculos actuar para permitirme la entrada. Lo introduje solo hasta la mitad varias veces y de repente vi que me iba a correr.
    
    - Me corro – La avisé
    
    Elsa dio un paso hacia delante sacando mi polla de su coño, se giró rápidamente y se puso de rodillas delante de mía situando su cara delante de mi miembro. Yo empecé a masturbarme mirando su cuerpo, su cara sonriendo y su boca abierta esperando ansiosa. Cuando me corrí lo hice sobre su cara, pelo, boca y pechos en varias sacudidas.
    
    Ella me mostró, jadeante, el interior de su boca llena de esperma mientras me sonreía, hizo el ejercicio de tragar y me volvió a mostrar su boca esta vez vacía. Luego se puso de pie buscando algo y cuando sacó de un cajón unas toallitas lo único que se limpio fue el pelo dejándose semen por su cara y pechos.
    
    - Túmbate en la cama. Vamos a ver qué podemos hacer con tu polla que se está relajando y todavía no quiero terminar. – Y tras decir esto se puso de rodillas en la cama invitándome a subir.
    
    Yo la mire. Tenía las piernas separadas y se podían ver sus labios vaginales oscuros caídos entre sus muslos pero empapados de los líquidos de ambos. Se echó a un lado para ...
    ... dejarme subir y al desplazarse vi sus tetas meciéndose con sus pezones oscuros y tiesos. Yo miré mi polla y la vi dudando si subir o bajar después de correrse. Pero ella la sacó de dudas.
    
    Me tumbé poniendo la cabeza sobre la almohada y ella se sentó sobre la cama mirando hacía mi con su cuerpo a la altura de mi cadera. Tras sentarse, cogió mi miembro con una mano y abrió sus piernas tanto como pudo mostrándome su coño depilado, con labios abultados, abiertos y empapados.
    
    Empezó a masturbarme mientras me miraba. Lo hacía masajeándome la polla con delicadeza, pasando sus dedos cada vez que subía por el glande y cuando bajaba dejando muy al descubierto mi capullo. Lo hacía sin prisas y sin dejar de mirarme. Mi polla reaccionó rápidamente y volvió a ponerse tiesa como al principio de la noche.
    
    - ¿Por qué no te tocas tú también? – Le pregunté con prudencia.
    
    Ella me sonrió y llevo su otra mano a su coño y empezó a masajeárselo a la vez que me masturbaba. Lo hacía despacio, recorriéndolo en su totalidad, separando sus labios e introduciéndose los dedos en ocasiones. Entonces acercó su boca a mi polla y se la introdujo hasta la mitad y empezó a mamarla. Y mientras que me masturbaba, con la otra mano separó la parte superior de sus labios vaginales y comenzó a tocarse su clítoris hinchado con su dedo índice.
    
    No me miraba. Estaba muy concentrada en la felación y en masturbarse con frenesí sobre su clítoris y yo me temí que me iba a volver a correr en su boca por lo que ...