Sabor Salado
Fecha: 04/04/2022,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tarta estaba a un centímetro de mi nariz y percibí el aroma fuertemente acre de lo que Amparo y yo llamábamos “Gran Reserva”, una de esas leches fuera de concurso que raras veces podíamos saborear.
Abrí la boca salivando y el manjar se coló en mi boca. Hum. Amparo tenía toda la razón. La tarta de chocolate era espectacular per se, pero la combinación con el esperma de aquel hombre convertía el manjar en algo fuera de este mundo. Ligeramente salado, espeso sin formar grumos, delicioso en sus matices sin nada que lo hiciera mínimamente repulsivo. Tuve que cerrar los ojos para poder degustar completamente todas las sensaciones que se amontonaron entre mi paladar y lengua. Una vez fuera la cuchara, mastiqué suavemente mezclando bizcocho, capas de chocolate puro y semen. Era una delicia, casi me corro sin necesidad de tocarme. Tragué y pude sentir como el paso del bocado perfumaba mi garganta y esófago. Insisto, casi me corro.
Abrí los ojos y vi a Amparo mirándome y sonriendo. Busqué con el rabillo del ojo a Toni pero se había desvanecido. Supongo que el espectáculo había sido demasiado para él.
- “¿Qué te parece? ¿Había exagerado?”
- “Ni de coña, tía. Que pasada... Tengo el coño encharcado. Buf...”
- “Lo que pasa es que se me ha notado mucho y el hijoputa ahora se hace de rogar. Me tiene loca, pero paso de arrastrarme. Vendré de vez en cuando y ya encontraré otro semental, aunque va a estar jodido dar con algo parecido. Qué cabrón”
- “Dame otro ...
... poquito...”
- “Ja, que puta eres...”
Acabamos compartiendo el postre y no relamimos el plato porque estábamos en un local público. Que puta pasada.
- “Hostias, que bueno estaba, tía”, le dije relamiéndome como una gatita. “Esto es un puto vicio. Creo que cuando llegue a casa voy a probar con Miguel, aunque a ver como se lo planteo”.
Miguel era mi novio por entonces. Otro macho muy joven, insaciable y con una polla siempre dispuesta. Pero lo más importante, claro, es que era dueño de unas corridas deliciosas que degustaba como un gatito disfruta de un platito de leche. No llegaban al nivel de calidad marcado por Toni, pero con una buena tarta podían dar el pego. Creo que me había obsesionado un poquito con el invento de Amparo.
- “Pareces nueva, nena. Te digo ya que no hay nada que ponga más a un tío que ver a una mujer tragarse su leche, es algo que los vuelve locos.”
- “Joder, que no puedo ir y decirle ‘hazte una paja y córrete en este pastel’, se va a pensar que soy una puta loca... Que me mola mucho su leche, pero hay más.”
- “Pues hazle la gracia. Anda que no te lo habrán hecho mil veces, lo de pedir un poco de leche condensada para el bombón y que el tonto de turno salga con lo de ‘si quieres, yo tengo un tubo’ o algo así. Déjaselo caer y a ver qué pasa, tonta”
De vuelta a casa, era incapaz de pensar en otra cosa. Tenía que probar aunque solo fuera la versión casera de aquel combinado. Solamente pensarlo me hacía salivar y temblar mi coño.
Compré en una ...