1. Tentado por el deseo


    Fecha: 05/04/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... más y aproveché para abrazarla tiernamente. Al poco tiempo su respiración me indicó que se había quedado dormida. No quería moverme para no despertarla. Me encantaba tenerla así. Dejé de prestar atención a Mel Gibson que, por muy clásico que fuese, Elena era más importante. Mi vista se centró en contemplarla. Sus piernas perfectas, el escote que veía. Desde mi posición se le veía hasta el sujetador de encaje que llevaba. Su pelo caía por su cara, y verla así, dormida, apoyada en mí, era todo un espectáculo. Pronto comencé a notar mi excitación. Mi polla empezó a cobrar vida por debajo de mis pantalones, y al poco tiempo me parecía que me iba a estallar el pantalón. Se juntó la situación de tener a una mujer dormida en mi pecho con el hecho de que esa mujer era la única que yo había deseado en toda mi vida. No pude evitar acariciar su muslo con mi mano derecha. Lo suficiente como para notar el calor de su piel sin provocar que se despertara. Con mucho cuidado aparté el pelo de su cara con mi mano izquierda y lo acaricié lenta y tiernamente. Ella se dejó vencer más aún y su cabeza descendió por mi pecho. Le hice hueco para que no tuviese el cuello tan torcido y Elena se acomodó más aún. Seguía dormida. Mi brazo izquierdo se estiró a lo largo de su cuerpo hasta tocar su culo, que acaricié suavemente por encima de la falda del vestido. Fue imposible apretar con mis dedos levemente su nalga y notar con mis manos lo que se siente al tocar a una mujer. Elena movió su brazo ...
    ... izquierdo que, casualidad o no, eso sólo lo sabrá ella, se apoyó en mi paquete, completamente duro a esas alturas. Yo me quedé inmóvil. La imagen era tan erótica que mi cuerpo temblaba de excitación. Nunca me había sentido así. Al poco rato noté como Elena, agarrando mi polla por encima del pantalón lo aprieta. Me estiré un poco y emití un gemido de placer. Con su mano hizo un ademán de mover mi polla como si quisiese masturbarme. Yo no podía hacer nada. Seguía dormida y supongo que aquello no dejaba de ser algo reflejo o casual, pero por nada del mundo quería que acabase aquello.
    
    Pasaron unos minutos cuando noté que Elena despertaba. Bajó mi cremallera del pantalón y sumergió su mano en mis calzoncillos. Yo la dejé hacer. No me movía. No decía nada. Ella con cuidado, despacio, sin decir nada y sin mirarme sacó mi polla, la masturbó un par de veces y se la metió en la boca. Mi mano izquierda, que hasta ese momento acariciaba su culo, se fué automáticamente hasta su cabeza, y empecé a acariciar su precioso pelo. Ella siguió chupándomela, despacio, apretando sus labios y jugando con la punta de su lengua en mi glande. Yo acompasada sus movimientos de cabeza con mi mano, hundiéndole la cabeza en mi polla, mientras me estiraba y gemía sin pudor alguno. Sólo llegaba a suspirar su nombre en medio de mi respiración entrecortada. Elena se incorporó un poco. se puso a 4 patas en el sillón y siguió con mi polla en la boca mientras terminó de bajarme los pantalones para poder sobarme los ...
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