Mi marido me obligó a prostituirme
Fecha: 07/04/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Qurioson, Fuente: CuentoRelatos
Esta vez como en las últimas tres semanas, mi marido me llevó a la casa de Juan, este hombre desde aquel día que contactó a mi esposo, lo convenció para que me deje en su casa y me entregue a cambio de dinero.
O sea que se puede decir que mi marido me hizo prostituir, en realidad hace tiempo que practicamos el estilo de vida cuckold que ambos disfrutamos, a él le gusta verme teniendo sexo con otros hombres y a mi me fascina que me vea.
Lo hacemos hace tiempo, hace unas semanas como dije, apareció este hombre Juan, que le ofreció a Quique dinero para que me lleve a su casa y me entregue, aclarando que sabía bien que yo no era una prostituta profesional, nunca lo hice por plata y ni se me cruzaba por la cabeza, estoy casada, tengo hijos y solo disfruto del sexo como cualquier mujer o quizás un poco más que algunas.
El morbo de Juan pasa por hacer sentir a una mujer común y corriente, lo que siente una mujer cuando vende su cuerpo, está consiente que podría acostarme con él gratis, es un hombre maduro, tiene 63 años, pero un físico envidiable y muy bien dotado, además es muy atractivo y con una personalidad atrapante, algo dominante pero eso también tiene su encanto para mí.
También está claro que podría contratar a una puta profesional, recursos económicos le sobran, pero su fantasía es prostituir una señora casada atractiva con buen cuerpo y si es madre muchísimo mejor.
Digamos que reúno todas las condiciones y tengo un marido permisivo que se prende en estas ...
... locuras, para mi es la primera vez que lo hago con dinero de por medio, el pago es real, podría ser ficticio pero Juan, al que no le hace mella ninguna cifra, quiere pagar de verdad para darle mayor realismo, y bueno para mi también transforma esto en un juego distinto.
No puedo negar que me entusiasmó desde el principio participar de esta fantasía, a pesar de que nunca lo hice, sentirme una prostituta me excita muchísimo. Las dos primeras ocasiones lo hice con Juan a solas y la tercera con mi marido de testigo, su morbo es humillarme constantemente acusándome de ser una puta barata y hacer que mi marido nos vea, fue también para denigrarlo a él.
Esta vez la cosa fue más lejos, no solo me utilizó como su puta personal sino que también se convirtió en mi proxeneta y me entrego a 4 amigos que le pagaron por mis servicios.
Después de prepararme mentalmente para enfrentar este desafío, llego el día en el que Quique, mi marido debía llevarme y dejarme en casa de Juan, que sería el prostíbulo donde tenía que atender a mis clientes.
Casi sin pensarlo me puse un vestido negro escotado y ropa interior toda negra, a pesar del calor Juan me pidió que me ponga medias de nylon con portaligas y un conjunto de corpiño y tanga rutera, abierta en la entrepierna supongo que por si alguno quería cogerme con la tanga puesta.
Había arreglado en principio que no permitiría el sexo anal, Juan es muy dotado, demasiado diría y en las dos visitas que me lo hizo me dejó destruida, pero ...