1. Esquivando la moral


    Fecha: 09/04/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... practico más.
    
    La lengua de Mauricio seguía y seguia dandome placer. Su saliva y mis flujos eran tan abundantes que se deslizaban por mis muslos. Yo estaba totalmente húmeda y exitadísima, pero lo que detono mi placer y la perdida de mi cordura fue en el momento en que Mauricio me dio una tremenda lamida desde mi clitoris hasta el ano; en ese momento estalle, él se dio cuenta y ahora dirigio su consentración a mi pequeño culito; lo chupo, le dio pequeñas mordiditas, lo fue dilatando poca a poco, y de repente me ensarto la lengua hasta el fondo. ¡Que sensación tan increible! no la puedo describir, casi pierdo el sentido, solo recuerdo que en esa posición, a gatas, con cabeza recargada en la almohada y mis piernas separadas para recibir todo lo que mauricio me quisiera dar, solo atine a encorbar mi espalda hacía abajo para levantar más lmis nalgas y facilitar las enbestidas de la lengua de mi amado.
    
    Mil imagenes pasaron por mi cabeza. Saqué calculos y congeturas. En ese momento lo decidí; me di la vuelta y me sente frente a Mauricio, le pedí que se pusiera de pie, y una vez que lo hizo me introduje todo su miembro en la boca. Estaba tan erecto, largo y ancho que me costo trabajo contenerlo, pero mi misión era llevarlo a su máximo tamaño. Le di unas buenas mamadas, cuando lo saque de mi boca escurria mi saliba y liquido preseminal. Tome de la mesa de noche de mi mamá una creama humectante, y le hunte una cantidad generosa al falo de Mauricio que se mostraba esbelto, venoso ...
    ... y grande. Una vez lubricada esa tranca me volví a acomodar a gatas y tomando otra cantidad de crema la hunte ahora en mi ano. Lo frote por fuera e introduje un par de dedos en el para garantizar que se dilataba.
    
    Tome nuevamente mi posición a gatas; piernas separadas, cabeza contra la almohada, curve mi espalda para levantar mis nalgas, y pase mi mano por entre mis pieranas para tomar la gran verga de Mauricio. la frote un par de veces para que no perdiera dureza, y acto seguido la jale para apuntar su gran cabeza contra mi culito. Mauricio estaba en silencio, seguramente confundido por mi proceder, pero no podía negar que estaba caliente, exitado y dispuesto a obedecer. Fue él quien hizo un esfuerzo para que esa brillante punta entrara en mi esfinter. Pude sentr el esfuerzo de la presión del ariete tratando de abrirse campo, y justamente cuando la cabeza entro sentí como mi ano intentaba cerrarse por si mismo, esto me genero un dolor intenso; ¡estaba perdiendo mi virginidad por el culo!.
    
    Mauricio empujaba lentamente mientras yo sentia como la dureza de aquel falo entraba poco a poco. No tenía adentro ni siquiera la cuarta parte y me sentia llena, pero ya no podía esperar más; se apodero de mi una locura que quería más, así que hice lo impensable; lance mis nalgas hacía atrás con toda mi fuerza y de un solo golpe me ensarte las otras tres cuartas parte de la verga venosa. Mis nalgas solo se detuvieron cuando chocaron con las ingles de mi novio. Lance un gemido tan grande ...