1. Cazadores de chochos


    Fecha: 24/04/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: C A Espaicho, Fuente: CuentoRelatos

    ... dices?
    
    -¿Cómo? -dijo, ahora riendo, la extranjera.
    
    -Vamos -dijo José.
    
    -¿Ya? -preguntó ella.
    
    - Sí, ya -dijo José.
    
    -¿Adónde vamos? -preguntó ella.
    
    -¿Podemos ir adonde te estás hospedando? -le preguntó José.
    
    -Mi amiga y su novio me acaban de escribir al Whatsapp. Están en el hotel. Preferiría ir con ustedes a otra parte.
    
    -Bueno vamos al hotel donde yo trabajo -dijo José.
    
    Fuimos al hotel donde él trabajaba. José y el recepcionista se conocían, a pesar de que trabajaban en horarios distintos. Pedimos una buena habitación para los tres por media hora, y el recepcionista nos dio la llave. Pasamos a la habitación. No era tan lujosa, era más bien modesta, pero se veía pulcra, limpia, con una cama grande y un nochero. La extranjera preguntó dónde quedaba el baño y José la llevó. Oí que se abrió el grifo de la regadera. Me quité el suéter y los zapatos y el pantalón y me tiré en la cama en calzoncillos.
    
    Esperé. Esperé un rato; se me hizo raro al notar que no salían. De pronto escuché, mezclada con el sonido del agua cayendo en el piso, una leve respiración agitada. Eran como leves gemidos, o chillidos. Ya se la estaba culeando. Me levanté, caminé hacia el baño y los gemidos se hicieron más nítidos. La verga se me puso como un riel de ferrocarril. Tiesa. Cuando me asomé por la puerta abierta del baño vi a José detrás de la extranjera, bajo la regadera, penetrándola por el chiquito. Ella estaba con las manos en la pared y tenía la boca ...
    ... abierta.
    
    ¡Madre mía!
    
    De rapidez me quité el pantaloncillo y me metí. Los abracé y comencé a besarle a ella el cuello, los hombros, los pechos. Mis dedos tantearon su coño mojado. Con cuidado le alcé una pierna, me agarré el pene y lo llevé a la boca de su coño. Lo introduje poco a poco a través de los labios mayores, hasta el fondo de la vagina. José y yo formamos un emparedado mientras nos mojábamos penetrando a la bella extranjera. Hasta que terminamos. Salimos del baño, pero aún estábamos excitados, José y yo; tras echar el polvo estábamos con la mondá templada y la chica quiso seguir.
    
    No acostó juntos en la cama y se puso a masturbarnos mostrándonos el culo. Nos chupó la verga; de la mía pasaba a la de José, chupándolas y masturbándolas. Nosotros le pegábamos nalgadas y ella se ponía como loca chupando. Lop, lop, lop. Después la pusimos en popa, en cuatro patas, José le agarró el pelo y se lo enrolló en la mano mientras se la metía por la boca, yo la cogí por detrás, le eché un salivazo en el botón del culo y se la enterré, se le fue en seguida porque su ano ya estaba dilatado. Le dábamos durísimo.
    
    A veces me ponía la mano en el abdomen para que disminuyera la agresividad, pero cuando medio aguantaba el ritmo ella misma me agarraba la nalga y me atraía hacia sí, chillando como una ratoncita. De repente sentí una humedad; su ano comenzó a botar una crema espesa; no era mierda sino un flujo blanquísimo que me pintaba la verga morena de blanco. Eso me volvió loco y le arreé ...