Fuego nocturno
Fecha: 25/04/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: tuarek, Fuente: CuentoRelatos
... comencé a frotárselo por el cuerpo, en los pezones, en el vientre, ella se deleitaba, pase mi mano por su cara y mis dedos por su boca, ella los recibió ávida de probarlos, su lengua húmeda recorrió mis dedos y luego fue deslizándola por la palma y bajo por mi antebrazo, se giró hacia mí, su mirada seguía mostrándome deseo de más, me acerque nuevamente a su cuerpo, el sudor, el semen en su piel, brillaba maravillosamente y su curvas igualmente excitantes, me recosté y ella se puso sobre mí, su cabello revuelto caía por su cara, sus pechos ya algo relajados colgaban aun como fruta madura, apetitos y redondos.
Comenzó a morderme el cuello, a besarme el pecho, bajo a mi cintura y con su lengua hizo camino hasta llegar a mi verga, que ya estaba esperando por sus atenciones. Su boca fue posándose sobre la punta y fue engulléndola poco a poco, sentir sus labios recorriendo el tallo fue haciendo que nuevamente me sintiera excitado y se me parara, ella se acomodó sobre mi pecho, sus caderas se alzaron sobre sus piernas y dejo una clara vista para mí, de sus nalgas y como se inclinaba su cuerpo hacia mi entrepierna para que siguiera en su labor.
Extendí las manos recorriendo el interior de sus piernas y comencé a meterle los dedos en sus aberturas, le di unas nalgadas y agarre las nalgas apartándolas y frotándolas, esto hizo que se mojara nuevamente y se aflojaron los jugos que ya se estaban secándose, su boca se movió a ...
... mayor velocidad sobre mi miembro, jale sus caderas hacia mi boca, me estire hasta alcanzar ese espacio entre sus nalgas y mi lengua se dedicó a lamerle y morderle los bordes de sus agujeros, esas nalgas me incitaban a morderlas, lamerlas, palmearlas y frotarlas…
El frenesí nos inundó y al momento que le descargue semen en su boca, ella soltó un flujo de jugos sobre mi cara, ella chupo hasta dejarme seco, me recosté aun con los dedos entre sus piernas, ella se giró y sentó sobre mí, estaba exhausta y su cara empapada y embadurnada, se inclinó sobre mi pecho y me lamio los pezones y el vientre, restregando su cara por mi piel, seguí agarrando sus caderas y cuando levanto la cara apreté sus pezones otra vez, se inclinó sobre mí y pude disfrute de chupar sus pezones y apretar sus caderas, se los mordí con placer y a ella le encanto… después de un rato no supe que más paso, nos dormimos.
Unas horas después nos despertamos, apresuradamente nos aseamos antes de salir del cuarto, salimos del motel poco antes del amanecer, me cobraron extra por excederme las horas, pero fue delicioso, ella no dijo nada en el camino.
Cuando llegamos a su casa se bajó rápidamente, solo alcanzó a decirme que fuera discreto, que nadie tenía que saberlo… sin más cerró la puerta y se alejó.
Me quedé viendo su cadera hasta que se perdió de vista y oí una puerta cerrándose, pero en el asiento dejo su pantaleta, me quedaría de dulce recuerdo.