1. El regalo: Un antes y un después (Segunda parte)


    Fecha: 28/04/2022, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... sin prisa por el amplio lobby. Saliendo ya por las acristaladas puertas, una llamada a mi móvil me sobresaltó, lo busqué con prisas dentro de mi bolso. Mi corazón palpitaba, lo tomé entre mis afanadas manos, lo desbloquee… Pufff ¡Rodrigo!, suspiré y me demoré unos instantes para contestar. Lo había olvidado, a mi esposo y la usual llamada de las diez.
    
    —Mi vida lo lamento, ¡perdóname! Me olvidé. —Respondí angustiada por mi descuido.
    
    —¡Hola mi amor! ¿Cómo estás? no te preocupes por eso mi vida, supongo que has estado muy ocupada en la mañana soportando al «pesado» de tu jefecito. —Escuché decir a mi esposo con su jocoso tonillo en la voz. No me gustó.
    
    —Mi amor, tampoco es para que te expreses tan mal de él y te burles. Don Hugo no lo está pasando bien. —Le contesté algo alterada a Rodrigo. —Y mi esposo no lo dejó pasar por alto, cambiando perceptiblemente la modulación en su voz.
    
    No sé por qué le respondí de aquella manera, saliendo en defensa de mi jefe aquel medio día, en contra de la mofa de Rodrigo. Sin saberlo, aquello solo fue el abrebocas para lo que acontecería momentos después.
    
    —Parece que no te cojo en buen momento. Qué raro escucharte defenderlo, ya pareces otra mujer. Hace unas semanas atrás eras tú quien me contaba cómo te sentías aburrida y cansada con su forma de ser. En fin, solo quería que supieras que te extraño… —Y se hizo un corto silencio, que yo no me atreví a romper, pero mi esposo sí.
    
    —Bueno, a la mujer que eras antes y no la que ...
    ... estuvo tan apartada y lejana de mí este fin de semana. Ni siquiera disfrutaste conmigo de las cervezas en el “Juli”. Aunque ya sé que no te gusta el rock, pero al menos hubieras podido desconectar de tus problemas.
    
    —Discúlpame amor, estoy con mil cosas en mi cabeza que ni te imaginas. Informes por entregar, pagos por realizar, facturas que adjuntar a las carpetas y mi jefe que no aparece por ningún lado. Lo siento yo…
    
    —Mira Silvia, entiendo que estés estresada por tus labores pero siempre quedamos los dos, en dejar en nuestro trabajo y en la oficina, el estrés y sus dificultades, bien apartados. Nuestro hogar es el refugio de nosotros. Nuestro sitio de descanso. —Y noté como el tono de su voz lo elevó al decir «nuestro». —Pero veo que estas infringiendo sin quererlo esa norma. Te amo, que te alcance el tiempo esta tarde y nos vemos por la noche. Un beso.
    
    Y me cortó la llamada sin darme oportunidad a una esclarecedora réplica.
    
    Pero… ¿Refutar qué? ¡Sí! Mi esposo tenía toda la razón. Me comporté ajena con el hombre que compartía mis sueños y mis angustias, aquella persona que siempre me había entregado todo su amor y yo pensativa, fuera de mí, no le presté mi atención ni mis caricias todo el fin de semana.
    
    Me sentía tan sucia y tan mezquina como si fuera una furcia cualquiera. Rodrigo tenía tan buenas intenciones de disfrutar la noche del viernes conmigo en el bar, pero como no llegué temprano, él por el contrario, preocupado me esperó despierto, mirando la televisión ...
«1234...12»